Venezuela transita un túnel oscuro del cual aún no encuentra el final. La crisis económica nacional parece no tener fin, cada vez son más las tormentas que se avecinan sobre la quebradiza economía venezolana.
A medida que Venezuela queda más cerca de agotar casi todas las alternativas para cumplir con el pago de su deuda, algunos participantes del mercado petrolero evalúan seriamente las posibles implicaciones de un evento sin precedentes: el default de un gran productor de crudo.
La estatal venezolana PDVSA debe desembolsar alrededor de 5.200 millones de dólares a tenedores de bonos en el 2016, buena parte en octubre y noviembre, una suma que según expertos será muy difícil de reunir, luego de que el Gobierno usó casi todas sus reservas disponibles en el pago de 1.500 millones de dólares en deuda que vencía esta semana.
Una cesación de pagos podría impactar a algunas de las exportaciones del país miembro de la OPEP al reducir su capacidad de importar crudo y combustibles usados para mezclar con su crudo extra pesado, de acuerdo a expertos y fuentes. También podría degradar la calidad de su gasolina doméstica al limitar las compras de los componentes necesarios para formularla, reseña Reuters citada por Sumarium.
Mientras el riesgo de un incumplimiento aumenta tras demoras en los pagos de PDVSA a sus proveedores, algunas firmas que le venden productos han comenzado a usar intermediarios o a exigir precios más elevados ante el temor de acumular cuentas sin cobrar, de acuerdo a firmas que comercian con la estatal.
“Una posible moratoria de PDVSA es preocupante para todo el mundo”, dijo a Reuters una fuente de una petrolera estadounidense que compra a PDVSA. Y en caso de que la compañía venezolana logre reunir suficientes fondos para pagar a los bonistas, “no estará en condiciones de pagarle a sus proveedores”.
Las consecuencias de un incumplimiento para el suministro global de crudo, afectado por el mayor sobre abastecimiento en décadas, son difíciles de prever, aunque expertos están observando de cerca el deterioro de las finanzas de los países exportadores en busca de elementos que puedan alterar los mercados.