El precio de la carne en Carabobo se burla de la regulación. Todas las semanas aumenta y actualmente está 280% por encima del establecido por la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) que pese a haber establecido el 2 de junio el kilo de primera en 250 bolívares, es vendido en 960.
Es un problema que nace más allá de la cadena de comercialización. A los carniceros les fijan el precio en canal en 510, lo que es igual a 277% sobre los 135 que estipuló la Sundde. Esto significa que una res de 300 kilos cuesta 150 mil bolívares en promedio, a lo que hay que agregarle lo que se pierde en el despiece que implica las vísceras, patas y demás partes del animal que, a pesar de ser vendidas, no dan para cubrir los costos.
Esto ha implicado una merma significativa en las ventas. José Pérez solía comprar tres reses a la semana, pero ahora solo compra una y media y es suficiente para la demanda que ha caído como consecuencia de los altos precios.
La sustitución de alimentos sigue cobrando forma ante la crisis. “Por primera vez un kilo de chuleta de cochino es más barato que uno de carne molida”, dijo Eliezer Ortega, quien ha optado por pedir el doble de cerdo que lo habitual. “Compro tres cochinos semanales y los vendo, mientras que una res dura hasta semana y media para poder venderla”. La chuleta de cerdo es ofertada en 650 bolívares el kilo.
Carlos Oduardo Albornoz, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela (Fedenaga), dijo que la acentuada sequía que afecta a más de tres millones de hectáreas en el país y la fijación de precios de manera poco consensuada sin considerar los verdaderos costos de producción y comercialización, son los principales problemas del sector. Actualmente apenas se abastece el 30% del mercado, el resto se importa. En se lograba cubrir el 70% de la demanda.
Por Dayrí Blanco/ El Carabobeño.