Luego de que la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) obtuviera más de dos millones de votos de ventaja en las elecciones parlamentarias del pasado domingo 6 de diciembre, los dirigentes de las empresas intervenidas en el estado Bolívar, pidieron reflexionar ante la derrota, porque «muchos comieron» durante la campaña, y decidieron no dar su voto a la revolución.
En la sede de Grafitos del Orinoco, una de las primeras fábricas tomadas por el Gobierno, los dirigentes de esa empresa Caldery’s Refractarios, Indorca, Friosa, Vencemos, CVG Refractarios, entre otras (improductivas en su mayoría) leyeron un manifiesto en el que asumen que los resultados del 6D son parte de un “proceso de guerra sistemática” en contra de las necesidades del pueblo propinada por “empresas apátridas”.
Vía: mundo24.net
El pronunciamiento estuvo acompañado de Elio Sayago, “expresidente trabajador” de CVG Alcasa, y demás trabajadores que participaron en el “control obrero” junto al Plan Guayana Socialista.
José Cedeño, uno de los voceros de Indorca, expuso que la nueva correlación de fuerzas dentro de la Asamblea Nacional le permite a la “derecha” iniciar una reforma, modificaciones y derogaciones de aquellas leyes “construidas al fervor de las luchas de la clase trabajadora”.
Siendo así, están en contra de los “voceros del imperialismo” que “no quieren nada con el pueblo y la clase obrera, al pedir la revisión de la Ley del Trabajo, la derogación de la ley de precio justo y la ley de tierras”.
Para profundizar la revolución consideró necesario asumir la gestión directa de las empresas y, en ese sentido, convocaron al presidente Maduro a un acto donde presenten sus avances de gestión directa y se apruebe la Ley de Gestión Directa y Democrática de la Dirección del Proceso Social del Trabajo, así como se conviertan de manera inmediata a las empresas intervenidas en propiedad social.
Proceso de revisión
– ¿A qué atribuyen estos resultados de las elecciones parlamentarias?
– La realidad es que hay descontento. Esa es la verdad, pero hay que llamar a la reflexión porque mucha gente se benefició y comió, y le dieron carro y le dieron casa, y los programas sociales nunca dejaron de existir ni darle la oportunidad al pueblo. Aquí simplemente existió una guerra psicológica contra el pueblo que llevó a la gente a pensar que fue el Gobierno, y le dieron el voto contrario al presidente. Gente que nosotros sabemos que son chavistas pero que están enojados. ¿Qué nos toca a nosotros? Las 3R, comenzar a sanear. Nosotros vamos a seguir adelante, no nos vamos a amilanar.- dijo Inés Gómez, vocera de los trabajadores de CVG Refractarios.
– ¿Cómo se organiza esa guerra psicológica de la que habla?
– ¿Cómo operó la guerra psicológica? La campaña que se hizo, Clavel. No fue fácil. No es fácil decirle a una persona nada y comprar una harina en 300 bolívares y eso es parte de lo que estamos viviendo. ¿Por qué no hay problema con la cerveza? Es la misma empresa que produce los alimentos. Hay que preguntarse qué está pasando. La comida está encerraaada. Y es lamentable, pero esa guerra psicológica no todo el mundo la aguanta.
– El gobierno tiene la administración del Estado. Si en todo caso fuese una guerra psicológica, ¿Qué hace el gobierno para contrarrestarla?
– No es que de esta derrota sean responsables los trabajadores y el pueblo, son las estructuras intermedias. Ministros, viceministros, que son los que tienen que dar la respuesta a la mayoría de los problemas del pueblo, y sí, hubo fallas allí, por eso el Presidente ha llamado a la reflexión profunda. Y ya comenzaron: todos los ministros colocaron sus cargos a la orden. – respondió Henry Escalona, vocero de los trabajadores de Grafitos.
Los dirigentes eludieron pronunciarse sobre las declaraciones de Héctor Navarro y Jorge Giordani, exministros de Chávez, que esta semana cuestionaron la corrupción e instaron al gobierno a decretar la “emergencia revolucionaria”. Dijeron no haberlas escuchado ni leído.
Con información de Correo del Caroní.