El régimen de Nicolás Maduro no ha hecho un pronunciamiento oficial, a pesar de que han pasado varios días, del motín en el Centro Penitenciario de los Llanos, en el estado Portuguesa, que dejó 47 reos asesinados; tampoco lo ha hecho con el enfrentamiento entre bandas en el barrio José Félix Ribas de Petare, en Miranda.
Miguel Gutiérrez / EFE – Archivo
Sin embargo, voceros del régimen inmediatamente denunciaron ante el país y el mundo un supuesto intento de golpe de Estado. Esto, luego de que en la localidad de Macuto, en el estado Vargas, funcionarios de seguridad del Estado frustraran el domingo una presunta incursión armada; así como en la población de Chuao, en el estado Aragua, este lunes.
María Beatriz Martínez, diputada a la Asamblea Nacional por el estado Portuguesa, aseguró que la entrega de los cadáveres a los familiares ha sido extremadamente lenta y advirtió sobre la descomposición acelerada de los cuerdos debido a las condiciones precarias en la morgue, que tiene solo capacidad para cinco fallecidos.
“Se desconoce el tipo de heridas que presentan ya que el reconocimiento, por parte de los familiares que se encuentran en Guanare, es por fotografías del rostro y no se permite el reconocimiento físico y personal”, expresó la parlamentaria.
Expertos y defensores de los derechos humanos, además de los familiares, aseguraron que los reos estaban exigiendo alimentos y protestaban por la deplorable situación que se vive en el penal. En medio de la situación, según, los custodios los reprimieron generándose un enfrentamiento.
La versión que se maneja es que, supuestamente, los detenidos intentaron fugarse del Cepella y los oficiales impidieron la operación. Señalan las versiones que el director del penal y otro uniformados intentaron mediar, pero los reclusos no cedieron.
Así, en el Barrio José Félix Ribas suma una semana de intensas balaceras entre la banda de Wilexis Alexánder Acevedo y de alias Gusano por el control de la zona. Este lunes, en horas de la noche, habitantes realizaron un cacerolazo para manifestar su apoyo al primero, que actualmente domina en la localidad.
«Con él llegó la paz al barrio. Antes te robaban en cualquier esquina, te asaltaban, te violaban, pero eso cambió. Si a alguien lo roban, le dice a Wilexis y al rato te aparece lo robado. ¿Me entiendes?», dijo un ciudadano en condición de anonimato a Infobae.
Redacción Maduradas con información de Infobae
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