La muerte del concejal del municipio Libertador de Caracas, Fernando Albán, sigue arrojando interrogantes, algunas de ellas en torno a las contradicciones entre las versiones oficiales del hecho.
Composición Maduradas. Fotos: Efecto Cocuyo – Twitter.
El consultor político y presidente de Datincorp, Jesús Seguías, las preguntas surgen desde la versión gubernamental del suicidio: “¿qué impulsó a Fernando Albán a suicidarse?, ¿cuál fue el motivo para que alguien que, de manera muy normal, tenía planes de viajar al exterior tomara la decisión repentina de quitarse la vida?, ¿qué hizo la diferencia entre un boleto aéreo internacional en Maiquetía y la boleta de encarcelamiento en el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin)?”.
El analista continuó la lista de interrogantes: “¿Albán tomó la dura decisión de quitarse la vida por el solo hecho de haber sido preso?, ¿fue acaso el buen rato que le dieron y eso lo conmocionó y decidió poner fin a su vida?, ¿O fueron las torturas físicas y/o sicológicas recibidas (o ambas a la vez), lo cual condujo a un suicidio inducido o forzado?”.
Para el especialista lo único que pudo inducir a Albán al suicidio serían las torturas físicas y psicológicas que pudo haber recibido: “la única razón creíble dentro de la hipótesis del suicidio. Y de haber sido así, entonces ya estamos hablando igualmente de un crimen”.
Por otro lado no descartó el asesinato al destacar que “Albán murió debido a las torturas, quizás una costilla fracturada por un objeto contundente (el bate es pieza predilecta de los torturadores) lo cual le perforó el corazón. Obvio, un suicidio con una soga en el cuello no eliminaría las evidencias de la tortura. Solo una caída con alto impacto corporal podía camuflar los signos de la flagelación y la crueldad”.
Se cuestionó además cómo fue que dejaron ir solo al baño a Albán, cuando a todos los presos políticos los escoltan para hacer sus necesidades.
“Nadie puede decir que el ‘suicidio’ fue una orden presidencial hasta que se demuestre lo contrario. Lo único cierto es que sí se está aplicando tortura severa en los calabozos de la policía política venezolana. Es posible que finalmente se reconozca que la intención de los funcionarios torturadores no era matar a Albán y que se les pasó involuntariamente la mano. Pues igual la tortura sigue siendo un crimen de lesa humanidad ¿O no?”, reprochó.
Redacción Maduradas con información de Efecto Cocuyo.