La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, pidió este lunes al gobierno redoblar la ofensiva contra los rebeldes disidentes que se apartaron del pacto de paz en Colombia, tras el reciente ataque con explosivos atribuido a esas facciones que mató a dos niños en la ciudad.
López decretó tres días de luto por la muerte de los dos menores en el atentado del sábado contra un puesto policial en una barriada pobre del sur de Bogotá. Daniel Duque (12) e Ivanna Salomé Rangel (5) fallecieron el domingo y este lunes, respectivamente, a causa de las heridas que les produjo la explosión que también hirió a 39 civiles.
La mandataria solicitó al presidente Iván Duque que “refuerce las acciones de inteligencia militar” y asigne “equipos exclusivos para desvertebrar y capturar” al comando que perpetró el “cobarde atentado criminal”.
Al mismo tiempo propuso un “plan escudo de protección” que incluya un control mayor en las entradas y salidas de esta capital de ocho millones de habitantes.
Aunque el ataque iba presuntamente dirigido contra una estación policial de Ciudad Bolívar, que concentra gran número de desplazados por la violencia en el campo, la explosión afectó a un grupo de niños que jugaba entrada la noche.
“Estaba en el lugar en el momento que no debía. (…) Esa guerra que estamos viviendo, que no debe ser así, siempre perjudica a los más inocentes”, lamentó Gloria Buitrago, madre del pequeño Daniel, en declaraciones a Caracol Televisión.
Según la policía, una facción de las disidencias de la exguerrilla FARC que siguió en armas después del acuerdo de paz de 2016 es la responsable de la acción.
La alcaldesa anunció para el martes un consejo de seguridad con Duque.
Llamado a Maduro
Al mando de alias “Jhon Mechas”, el grupo se adjudicó el ataque en una comunicado al que las autoridades le dieron credibilidad. En el atentado fueron empleados 20 kilos de explosivos que estallaron en medio de un parque y tres colegios, según López.
Apoyada en datos de inteligencia, la alcaldesa informó que los disidentes realizaron este “hecho criminal y terrorista” para conmemorar la muerte hace 14 años de Pedro Antonio Marín, conocido también como Tirofijo o Manuel Marulanda Vélez, el histórico comandante de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que falleció de causas naturales en lo profundo de la selva.
El 5 de marzo fue atacado otro puesto policial en Ciudad Bolívar, sin causar víctimas. Ambas acciones coinciden con la campaña presidencial para las elecciones del 29 de mayo, en la que la inseguridad en las ciudades y el repunte del conflicto en zonas campesinas está entre los temas de discusión de los candidatos.
“No vamos a permitir que este tipo de hechos criminales y terroristas cometidos por una disidencia de las FARC (…) se preste para dividir a la ciudadanía (…) y mucho menos para ningún tipo de manipulación en esta contienda electoral”, sostuvo López en una declaración pública.
En un inusual mensaje al régimen de Nicolás Maduro, la alcaldesa le pidió que “identifique, capture y extradite” a cualquier rebelde de las disidencias del Frente 33 implicado en el asesinato de los menores.
De acuerdo con su declaración, el ataque en Ciudad Bolívar fue organizado desde la región cocalera de Catatumbo, en los límites con territorio venezolano.
Duque, que acusa a las autoridades chavistas de dar refugio y protección a grupos armados colombianos, condenó el domingo el ataque terrorista y ofreció el equivalente a 80.000 dólares por información que ayude a ubicar a los responsables. Bogotá y Caracas rompieron relaciones en 2019.
En más de 60 años de conflicto armado, Bogotá ha recibido a miles de desplazados que han huido de los sangrientos enfrentamientos entre rebeldes de izquierda, paramilitares de ultraderecha y agentes estatales en las regiones campesinas.
AFP
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