El régimen de Nicolás Maduro ha recurrido a Rusia en los momentos más difíciles de su economía, especialmente luego de aplicarse las sanciones económicas por parte de los Estados Unidos.
Yuri Cortez / AFP
Luego de las sanciones del pasado mes de enero, la petrolera Rosneft ayudó a que Venezuela canalizara sus exportaciones de petróleo hacia Asia, publicó el New York Times.
Asimismo, en marzo, cuando los rumores de una intervención militar de EEUU cobraron mayor fuerza, dos aviones con técnicos militares rusos aterrizaron en Caracas, «en señal de que Rusia estaba del lado de Venezuela».
Sin embargo, se ha hecho evidente que los lazos económicos entre Venezuela y Rusia se han debilitado. Para dar contexto hay bancos, exportadores de granos y fabricantes de armas rusos que han suspendido sus actividades comerciales con Venezuela, y eso se debe a que están ahuyentados por el colapso económico que pretendían ayudar a evitar.
“Los vínculos económicos entre Rusia y Venezuela se han reducido mucho en años recientes”, dijo Maximilian Hess, investigador del Foreign Policy Research Institute
Hess agregó: “Las políticas actuales en realidad son de bajo costo, pero le dan mucho alarde geopolítico”.
Por otra parte, cuando Juan Guaidó se juramentó como presidente encargado, fue gracias al apoyo ruso que Maduro pudo adjudicarse el respaldo de un poderoso aliado y «conservar su respaldo clave en las fuerzas armadas y en el partido oficialista».
Sin embargo, en cuanto al sector económico, las empresas públicas rusas han reducido sus actividades con Venezuela, con la finalidad de proteger sus resultados financieros.
En tal sentido, Rusia no ha llenado los vacíos que dejan sus empresas y se ha negado a otorgarle nuevas líneas de crédito a Venezuela.
Redacción Maduradas con información de New York Times
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