«Compro dólares», es el grito de los buhoneros o vendedores informales venezolanos, quienes sacan provecho de la dolarización de facto y la escasez de efectivo de la moneda estadounidense en el país; uno que mira cómo sus transacciones con bolívares van en descenso como consecuencia de la galopante hiperinflación.
«Me compran personas que necesitan efectivo para pagar el pasaje de la camioneta y que prefieren ahorrarse la cola del banco», explicó al diario Tal Cual una vendedora de chupetas y cigarros que caminaba por el bulevar de Catia.
Ese día pagó por las divisas Bs. 1.300.000, Bs. 577.000 por debajo del precio que tenían en el mercado paralelo en ese momento, unos 1.877.000 Bs/$ en promedio. A pesar de eso, a la 1:00 p. m. del 2 de marzo ya había comprado 15 billetes de un dólar.
«En un buen día puedo comprar máximo 20 billetes de uno. Los bolívares los consigo vendiendo las chupetas a 100 bolos (Bs. 100.000) y los cigarros a 100 y 50. También vendo 12 chupetas por un dólar», agregó la vendedora, quien señaló que los dólares que compra los vende por encima a lo establecido en el mercado paralelo. En esta ocasión, en unos 2.000.000 o más, dependiendo de la cotización del momento.
«La gente quiere pagarte con dólares y que se los cambies a precio de página, pero cómo hace uno que no tiene ni para dar vuelto. Ahora en un viaje hasta 10 personas quieren pagarte con dólares y a todos no se les puede cambiar porque el efectivo no alcanza», comentó.
Redacción Maduradas con información de Tal Cual
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