La oposición de Venezuela denunció este martes la «sistemática» violación de los derechos humanos de los reclusos e informará de esta situación a la alta comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas (ONU), Michelle Bachelet.
El exdiputado opositor Williams Dávila indicó, según una nota de prensa, que recientemente los reos que están en la sede del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Carabobo y de un retén policial de Mérida protestaron y se declararon en huelga ante las condiciones de «insalubridad, hacinamiento y retardo procesal».
Recordó que, a mediados de junio, el Gobierno de Nicolás Maduro anunció una comisión para hacer una «revolución judicial» para solucionar en 60 días el hacinamiento en los centros de detención preventiva, pero Dávila sostuvo que esto «no lo han cumplido».
«La revolución judicial no es más que una táctica para eludir la competencia de la Corte Penal Internacional (CPI) cuya investigación ya fue decidida por el fiscal de la Corte, Karim Khan, en la reciente visita efectuada a Venezuela», agregó.
Por su parte, la opositora Sandra Flores, quien denunció hacinamiento e los centros penales, afirmó que el Estado quebranta la Convención Americana de Derechos Humanos en lo referente al respeto a la integridad y vida de los presos, ya que son sometidos a «torturas, tratos crueles e inhumanos, y no tienen acceso alimentación, salud, servicios públicos»
El exdiputado Gilber Caro hizo un llamado a Bachelet y a la CPI para que incluyan la situación de las cárceles venezolanas en sus investigaciones.
«Las cárceles venezolanas han sido centros de torturas, tratos crueles inhumanos y donde se viola reiterativamente los derechos humanos. No hay una política seria en materia penitenciaria», puntualizó.
El pasado 5 de noviembre, la ONG Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) denunció que más de 600 presos se declararon en huelga de hambre en el Centro Penitenciario de la Región Andina (Cepra) en el estado Mérida para protestar en contra de la «escasez de alimentos, maltratos hacia sus familiares, brotes de enfermedades y falta de asistencia médica».
La organización señaló que «la comida que les dan» a los reclusos «en el penal es insuficiente y, al igual que en otros centros carcelarios, el menú del día es sopa de bollo (agua de harina de maíz) o arroz sin ningún acompañante».
La ONG también indicó que los presos denunciaron que dentro del Cepra existe un «brote de enfermedades como hepatitis, dengue», entre otras, «y no cuentan con asistencia médica por parte del Ministerio del Servicio Penitenciario».
Redacción Maduradas con información de EFE
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