Ante el supuesto atentado contra el presidente Nicolás Maduro el pasado sábado 4 de agosto, los venezolanos continúan con dudas sobre el hecho ocurrido, que dejó a seis personas detenidas.
Foto: EFE
El 4 de agosto se celebraban los 81 años de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). Esta fecha siempre se conmemoraba en el Patio de Honor de la Academia Militar, en Fuerte Tiuna, pero por primera vez en la historia se realizó el acto en la avenida Bolívar de Caracas, lugar que utilizaba el presidente fallecido Hugo Chávez para las concentraciones y cierres de campaña.
De acuerdo con El Pitazo, un efectivo castrense que estuvo presente en la parada aseguró que el lunes 30 de julio conocieron que la actividad se desarrollaría en la avenida Bolívar, pero luego el jueves 2 de agosto les indicaron que, por temor a que no se llenara la avenida, se cambiaría a las instalaciones del Fuerte Tiuna. El viernes volvieron a recibir la información que el acto se llevaría a cabo en la arteria vial.
En la parada había alrededor de 8.200 guardias. El pelotón que se ubicó cerca del palco presidencial fue conformado por cadetes de la Escuela de Formación de Oficiales de la Guardia Nacional (Efofac). A ellos fue a quienes los medios de comunicación captaron corriendo despavoridos ante las dos fuertes explosiones.
Según testimonios de los vecinos de la zona, indicaron que la avenida Bolívar fue tomada a las 6:00 am del 4 de agosto por funcionarios de la Guardia Nacional, Casa Militar y Policía Nacional Bolivariana (PNB).
Sobre las detonaciones se ofrecieron dos versiones, pero una fue corroborada por testigos del acontecimiento. El ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, había indicado que tres aeronaves tripuladas a distancia habían sido utilizadas para cometer el «magnicidio» contra Maduro, pero el ministro Néstor Reverol informó que habían sido dos drones que explotaron. Uno cerca del palco presidencial y el otro al estrellarse con el edificio Don Eduardo.
Cada dron estaba cargada con 100 gramos de explosivo C4, según dijo Reverol. Especialistas en drones explicaron que este tipo de artefactos podría soportar el peso de una cámara de cine o un kit completo de grabación.
Por su parte, un experto en explosivos detalló que, de haberse utilizado un kilo de C4, esto habría dejado un saldo de múltiples heridos o de muertos.
Agregó que el explosivo C4 no detona solo porque los componentes son de plástico y eléctricos, y no están cargados de combustible para que un disparo lo haga estallar. De este moda desmiente la versión de la constituyente Esther Quiaro, quien aseguró que militares habrían derribado la aeronave.
El experto insistió en que, si el dron estaba cargado de C4, la cantidad era poca. Reveló que los militares que resultaron heridos por los restos del artefacto y no por rastros de «metralla», como dijo el gobierno.
Redacción Maduradas con información de El Pitazo
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