La última señal que emitió el transportador o geolocalizador del Dragón, un enorme buque petrolero con bandera de Liberia, ubica la embarcación en alguna área de la costa de Francia.
Sin embargo, eso está lejos de ser cierto, pues en estos momentos se encuentra a miles de kilómetros de distancia, exactamente en Venezuela. En ese país cargó dos millones de barriles de petróleo bajo contrato con la estatal rusa Rosneft Oil Co PJSC, según datos compilados por Bloomberg.
Esta situación es posible debido a que los transpondedores del buque se apagaron antes de que se movilizara hacia aguas venezolanas.
Esta modalidad que consiste en que las embarcaciones petroleras desactiven sus señales de ubicación ha incrementado en el último mes, después de que Estados Unidos persiguiera a una empresa naviera de propiedad china que, aseguró, trasladaba crudo para Irán.
Una técnica para evadir las sanciones impuestas por el gobierno de Donald Trump contra el régimen de Nicolás Maduro, cuya finalidad sería impulsar la producción de crudo venezolano que se ha derrumbado desde que Estados Unidos aplicó esas medidas.
Venezuela embarcó 10,86 millones de barriles de petróleo crudo en los primeros 11 días de noviembre, lo que representa más del doble del volumen en el mismo período del pasado mes. Al menos la mitad de esos barriles se cargaron en barcos que habían apagado sus transpondedores, que luego entregaron cargas a China e India, según muestran los datos recopilados por Bloomberg.
Redacción Maduradas con información de Bloomberg.
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