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¡SE LO TRAEMOS! “Descubrí en Facebook que mi exnovio está saliendo con Lady Gaga”, el relato de una joven que se hizo viral en redes

En redes sociales se hizo viral el relato de una joven que descubre que la famosa cantante estadounidense Lady Gaga estaría saliendo con su exnovio, Michael Polansky.

@ladygaga

“Era una emergencia: me enteré de que mi exnovio tenía una nueva pareja. Lady Gaga”, expresó el escrito.

En este contexto, la chica contó que mantuvo una relación de siete años con Polansky, pero y habían dado por terminada la relación, incluso evitando contacto en las distintas redes sociales.

“Nuestra relación abarcó todos nuestros años universitarios y siguió por unos años más (en aquellos años sonaba “Bad Romance” en la radio). Después de que terminamos, noté que me había “bloqueado”. Y luego cada uno siguió su camino.”, manifestó.

Sin embargo, se enteró de la relación debido a las fotos virales de Stefani Joanne Angelina Germanotta junto a su nuevo novio acurrucados viendo el Super Bowl desde el palco privado que la artista tiene en el Estadio Hard Rock de Miami.

“Los paparazzi lo fotografiaron mientras la escoltaba a la salida, con su cabello rosa flotando en el aire y lentejuelas pegadas alrededor de sus ojos”, agregó.

Tras esto, prefirió “googlear” todo lo referente a su expareja y su nueva relación sentimental al pensar en el tiempo que mantuvieron como novios.

“En lugar de pensar: ‘¿Por qué no soy yo?’, cuando los veo juntos, pienso: ‘Esa era yo’. Acaba con la ilusión de la celebridad”, acotó.

Ante este hecho, decidió cambiar la “percepción” que tenía de sí misma y buscó darse una “vida de lujos” similar a que podría darse Lady Gaga.

“Compararme con ella es increíblemente motivador y les recomiendo que lo intenten, sin importar qué relación tengan con la persona con la que sale”, dijo.

Por último, insistió en que no retomó el contacto con su exnovio, a pesar de la noticia sobre su nueva relación, y que posteó una foto en su perfil de Instagram para recordar un momento junto a él.

“Hace poco, alguien me envió una foto en la que estoy con mi prometido bailando en una boda y yo la publiqué en Instagram. Vi que el novio de Lady Gaga vio mi publicación, y me di cuenta de que en realidad somos todos lo mismo: extraños que sonríen en una pantalla”, concluyó.

Este es el relato completo de la joven que descubrió en Facebook que la nueva pareja de su novio era Lady Gaga:

“Una mañana de lunes reciente, estaba en mi oficina comiendo unas uvas, recargando fuerzas para revisar mi buzón de correo electrónico, cuando mi teléfono comenzó a vibrar con mensajes:

“Revisa Facebook”.

“Revisa Twitter”.

“¿Estás bien?”.

Era una emergencia: me enteré de que mi exnovio tenía una nueva pareja.

Lady Gaga.

Ríete si quieres (todos mis conocidos lo hicieron).

Pero era cierto. Mientras yo había estado viendo el Super Bowl en Nueva York, ellos estaban acurrucándose en el palco privado que ella tiene en el Estadio Hard Rock en Miami Gardens. Los paparazzi lo fotografiaron mientras la escoltaba a la salida, con su cabello rosa flotando en el aire y lentejuelas pegadas alrededor de sus ojos.

Page Six hizo un reportaje a fondo sobre el nuevo “hombre misterioso” de Lady Gaga. Refinery29 anunció que Gaga “llevaba el nuevo accesorio más candente de 2020: un novio normal”. El reportaje apareció en Daily Mail, Business Insider y People, donde mi madre leyó sobre la pareja después de sacar la revista de nuestra biblioteca local.

Yo había salido con este misterioso hombre normal durante siete años. Nuestra relación abarcó todos nuestros años universitarios y siguió por unos años más (en aquellos años sonaba “Bad Romance” en la radio).

A juzgar por el hecho de que probablemente nunca han escuchado hablar de mí, no soy famosa.

Así que, de repente, me quedo boquiabierta mirando a la estrella que ahora está a menos de seis grados de separación de mí, pero resulta casi inevitable.

En 2020, las redes sociales están tan incorporadas a nuestra vida que ya no son un suplemento ni siquiera una adicción. Solo son una extensión acelerada de la forma en que los humanos siempre nos hemos comportado. Vivimos en una cultura de actualizaciones constantes. ¿Quieres cancelar tu suscripción? Pues bien, no puedes.

No sigo a mi ex en las redes sociales. Éramos “amigos” en Facebook. Luego estuvimos “en una relación”. Después de que terminamos, noté que me había “bloqueado”. Y luego cada uno siguió su camino. Yo no lo había buscado en Google desde hace siglos (se los juro), pero este mes supe todo sobre su nueva situación sentimental, a las pocas horas de que se dio a conocer.

Lady Gaga y su novio en el Super Bowl en de Miami, el 2 de febrero pasado.
Lady Gaga y su novio en el Super Bowl en de Miami, el 2 de febrero pasado.
De cierta manera, es el arco natural, aunque absurdo, de toda la vida adulta de mi generación. En una cascada vertical de fotos, veo a los exnovios de mis amigas cuidando el embarazo de las mujeres bonitas con las que acabaron casándose. A veces, me sé los nombres de los niños, a quienes casi con toda seguridad jamás conoceré, pero que, de cualquiera manera, me enteraré si fueron princesas o piratas en Halloween; he visto sus árboles de Navidad y castillos de arena, al igual que cómo lucen sus mesas decoradas en ocasiones especiales. A veces, adoptan un tono oscuro por un tiempo, las cenas desaparecen y están solteros de nuevo. No dejo de seguirlos, soy un público pasivo, pero no indispuesto.

Antes nos obsesionábamos con las celebridades y luego empezamos a obsesionarnos los unos con los otros. Hace más o menos una década, me habría suscrito a US Weekly. Hoy en día, no hay necesidad: tengo un desfile de gente en mi teléfono. Una mezcla de celebridades “de verdad” y gente que conozco y puedo agregar o eliminar a mi antojo. Luego, revisé las publicaciones de Instagram y vi una publicación de Lady Gaga: estaba sentada en el regazo de su nuevo novio.

Amigos de la universidad le dieron “me gusta”, junto con otras casi tres millones de personas.

Si alguna vez han buscado en Google a la nueva pareja de un ex (sean honestos) tal vez lo hayan hecho con un propósito. Tenían curiosidad —lo cual es saludable de su parte— o querían compararse. Idealmente, la vida de su ex no mejoró mucho sin ustedes, ¿no? Aunque en este caso, todo ha cambiado radicalmente. ¿Cómo puede alguien compararse con Lady Gaga?

En lugar de pensar: “¿Por qué no soy yo?”, cuando los veo juntos, pienso: “Esa era yo”. Acaba con la ilusión de la celebridad.

Al principio fue desconcertante. Cuando una amiga me llamó a la oficina aquella mañana para hablar del tema, mi voz se quebró (¿quién quiere volver a hablar de una vieja relación en el trabajo el día después del Super Bowl?) Así que esperé hasta el mediodía. Y luego lo pensé de nuevo.

Lady Gaga es espectacular. Compararme con ella es increíblemente motivador y les recomiendo que lo intenten, sin importar qué relación tengan con la persona con la que sale.

Al menos, eso fue lo que hice.

Por ejemplo: ese fin de semana, iba a ir a un evento y me iba a poner un vestido negro, tal vez por vigésima séptima ocasión, que me había comprado en oferta hacía unos años. Pero Lady Gaga nunca habría hecho una cosa así. Yo nunca había tenido algo que costara más que los víveres de una semana, mientras que ella es una mujer que viste trozos de carne cruda en la alfombra roja. Fui a una tienda elegante a la que nunca había ido antes y me probé algo. La vendedora me preguntó cuál era la ocasión. “Descubrí en Facebook que mi exnovio está saliendo con Lady Gaga”, le dije, y ella me miró de pies a cabeza. “Ah. ¿En serio?”, dijo.

Sí.

El vestido era demasiado caro, pero lo compré de todos modos. ¿Por qué debería aceptar menos que Lady Gaga?

Fui a una cafetería. ¿Que si quería el café grande? Sí. Para el evento: ¿quería que me maquillaran? Nunca lo había hecho, pero sí. Y sí, póngame las pestañas postizas. Cuando me elogiaron por correo electrónico, ¿le mandé el correo a mi jefe? Sí. ¿Estuve de acuerdo en hacer la presentación de trabajo que me causaba ansiedad? Sí. Sí, sí, sí.

(Todavía no descubro cómo iniciar un imperio multimillonario del entretenimiento ni una campaña de defensoría importante, pero sí a eso también).

La cuestión es que Lady Gaga está viviendo la vida ambiciosa que siempre decimos que las mujeres deberían adoptar. Recuerdo haber leído algo que ella dijo, tal vez en Instagram: “No permitan nunca que una sola alma en el mundo les diga que no pueden ser exactamente quienes son”. A medida que envejecemos es tan fácil encontrar lo mejor de lo que somos, sacarle el mayor provecho, y tal vez incluso sentirnos satisfechos por ello. Pero si Lady Gaga puede hacer lo que quiere e incluso expandir lo que quiere, ¿por qué yo no? ¿Por qué no dejar que ser “exactamente quien soy” signifique tratar de ser la mejor versión de mí misma? Lady Gaga continúa desafiándose, intentando nuevas cosas, prosperando.

Al menos eso es lo que deduzco de lo que veo en mi teléfono, el lugar donde todos convergemos.

Hace poco, alguien me envió una foto en la que estoy con mi prometido bailando en una boda y yo la publiqué en Instagram. Vi que el novio de Lady Gaga vio mi publicación, y me di cuenta de que en realidad somos todos lo mismo: extraños que sonríen en una pantalla”.

Redacción Maduradas con información de Infobae.

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