Venezuela, durante el gobierno de Hugo Chávez en el 2007, expropió la empresa Conoco, a raíz de ello, están buscando desde hace varios años la compensación de todo lo invertido en los proyectos de petróleo extrapesado Petrozuata y Hamaca y el desarrollo costa afuera Corocoro.
Pese a ello, Venezuela se ha encargado de retrasar el proceso solicitando recusación en los pagos, lo que podría considerarse una forma de «ganar tiempo» y mantener paralizados los avances, ya que el país no cuenta con la liquidez para cancelar ese tipo de deuda en este momento.
El Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) ya rechazó en mayo del año pasado la solicitud hecha por la defensa del país para desestimar al presidente del tribunal, Kenneth Keith, y al árbitro que representa a Conoco, Yves Fortier.
El Ministerio de Petróleo y Minería dijo en un comunicado que Venezuela «ha ampliado su solicitud de recusación previa» contra Fortier, presentada en febrero, y que además presentó el jueves la solicitud en contra de Keith.
Es la tercera vez desde 2010 que Venezuela pide recusar a Keith.
«Esta acción ha sido necesaria debido a la marcada actitud en contra de la República de los árbitros en cuestión», dijo el ministerio.
Durante el proceso de revisión de esta solicitud el caso quedará paralizado.
Igualmente, el ministerio informó que el árbitro que representa los intereses del país petrolero se retiró por razones de salud, lo que podría demorar aún más el proceso.
Venezuela, que atraviesa una recesión económica, ha solicitado varias revisiones y anulaciones de los fallos arbitrales recientes en su contra, actuaciones que sus contrapartes han calificado como excusas para retrasar los pagos ahora que sus ingresos merman por la caída del precio del petróleo.
Conoco busca compensación por la expropiación en 2007 de los proyectos de petróleo extrapesado Petrozuata y Hamaca y el desarrollo costa afuera Corocoro.
La petrolera introdujo el año pasado un segundo arbitraje en la Cámara de Comercio Internacional (CCI), que Venezuela calificó de «desesperado».
Con información de Reuters.