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¡SE PUSO EMOTIVO! “Volaría con los pájaros, nadaría con los peces”: las empalagosas palabras con las que Freddy Bernal aseguró que se recupera del covid-19 (+Audio)

El protector del estado Táchira impuesto por Nicolás Maduro, Freddy Bernal, envió un mensaje de audio a sus seguidores donde dedica unas emotivas palabras sobre el valor de la vida.

EFE /Jhonny Parra

Bernal cumple medidas de confinamiento desde que conoció que se contagió de covid-19 el pasado 9 de agosto, desde entonces sus días supuestamente transcurren en una habitación de cuatro metros cuadrados con frío y luz intensa, describió.

Esta oportunidad de comunicarse la aprovechó para enviar una emotiva reflexión donde menciona la importancia de dejar a un lado los anhelos por lo material y valorar detalles que realmente son importantes en la vida como la familia y los sentimientos.

«Hoy, por primera vez en una semana, me acompañaron en un jardín y las lágrimas vinieron a mis ojos con solo ver los árboles, el cielo azul con sus nubes blancas, el paso de las guacamayas y el trinar de los pájaros. Siempre he amado la naturaleza, siempre amaba el aire, el sol, las montañas, los animales, el viento«, señaló haciendo referencia al encierro al que ha tenido que someterse en los últimos días.

Del mismo modo, agregó: «Nunca lo he sustituido por estructuras de metales y de cemento. Nunca me ha parecido que el aire fresco valga menos que el aire acondicionado. Por mí, me diluyera en la naturaleza y volaría con los pájaros, nadaría con los peces o correría con los venados en el bosque. No saben lo valioso de media hora en contacto con la naturaleza cuando tienes un largo tiempo totalmente aislado. Es valorar la naturaleza y con ella la esencia de la vida y de Dios».

A continuación la transcripción completa del mensaje emitido por Bernal:

«Saludos para mis seres queridos y para aquellos que sin compartir mi sangre, me llevan y los llevo en mi corazón: decirles que aquí estoy, en una habitación de 4 metros cuadrados, con un frío intenso, igual que la misma luz y que en esta soledad, casi absoluta, se reafirma la esencia de la vida y se determinan las pequeñas grandes cosas. Se concluye lo que siempre he sabido, pero que una u otra vez, es bueno que la vida lo recuerde: que las cosas materiales son efímeras. Las comodidades banales, los relojes de marca, los perfumes exquisitos, las marcas en la ropa, mucho más los carros o exquisiteces sin sentido. Aquí nada de eso vale, ¿de qué vale un reloj si es igual las siete de la mañana y las siete de la noche? ¿De qué vale el tiempo? Si tienes mucho por hacer o nada por hacer, tú lo determinas. ¿De qué vale que puedas tener ropa de marca? ¿A quién se la vas a mostrar? Y un perfume muy caro, ¿quién va a oler su aroma? Y así sucesivamente. Se valoran los recuerdos, los sentimientos, los detalles. Un corazón a colores enviado por una de las niñas es más valioso que un cuadro de Picasso, una sonrisa de una de ellas supera un concierto, los detalles se hacen grandes en la soledad y en la indefensión. Es por eso que en la vida no debe haber tiempo para el odio, tampoco para las bajas pasiones. ¿Por qué desgastarse en discutir con los seres que amamos? ¿Por qué no aprovechar los pocos o grandes espacios que se tienen para ser felices? ¿Por qué buscar la infelicidad cuando la felicidad está en cada paso o en cada aliento? Hoy, por primera vez en una semana, me acompañaron en un jardín y las lágrimas vinieron a mis ojos con solo ver los árboles, el cielo azul con sus nubes blancas, el paso de las guacamayas y el trinar de los pájaros. Siempre he amado la naturaleza, siempre amaba el aire, el sol, las montañas, los animales, el viento. Nunca lo he sustituido por estructuras de metales y de cemento. Nunca me ha parecido que el aire fresco valga menos que el aire acondicionado. Por mí, me diluyera en la naturaleza y volaría con los pájaros, nadaría con los peces o correría con los venados en el bosque. No saben lo valioso de media hora en contacto con la naturaleza cuando tienes un largo tiempo totalmente aislado. Es valorar la naturaleza y con ella la esencia de la vida y de Dios. Quería decirles que valoren cada minuto, cada semana, cada mes y cada año, que sean felices con intensidad con sus seres queridos, que amen con profundidad, que del amor a su espíritu y que no hay tiempo para el odio, para estar pasando facturas, para desgastarse en banalidades, elementos superfluos, porque la vida es corta, demasiado corta, y se va sin avisar. No hay preaviso, ninguno los vamos a tener. Por eso, estemos siempre preparados para vivir con intensidad, haciendo el bien a todos, y cuando algún día tengamos que partir, llevarnos la satisfacción de haber cumplido con nosotros mismos, con las personas que amamos, con el ser humano, con la naturaleza, y con Dios haber justificado haber venido a este maravilloso mundo a vivir. Aquí estoy dando la batalla, la estoy ganando y la voy a ganar. Con paciencia, con fe, con el amor que les tengo y con el amor que me tienen. Que hoy más que nunca me reconforta, me llena de alegría, de energía y me dice que debo salir adelante porque un mundo hermoso, más hermoso que antes, me sigue esperando. Y porque allá fuera de estas paredes están los seres a quienes amo y están los amigos que me quieren, a todos ellos también les debo. Espérenme, pronto estaré con ustedes. Los amo mucho, un besote. Freddy Bernal».

Redacción Maduradas.

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