La animadora venezolana Viviana Gibelli reveló detalles de su relación con Daniel Sarcos durante los años que trabajaron juntos en el programa La Guerra de los Sexos.
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A través de un live de YouTube, Gibelli contó: «Estuvimos peleados un buen tiempo por razones que no vienen al caso y era tanta la química que teníamos, inclusive en momentos que teníamos conflictos, jamás se notó eso».
Al mismo tiempo consideró «maravilloso» poder trabajar con personas con las que se lleve bien y donde el profesionalismo predomine.
«Es maravilloso trabajar con compañeros con los que te lleves bien. No quiere decir que no haya conflictos nunca pero el profesionalismo siempre tiene que estar por delante, el amor y el cariño siempre prevalece y sé que ustedes nunca se dieron cuenta de eso», señaló.
La criolla reconoció que algunas de las peleas que ocurrían a lo largo del programa eran reales.
«La peleas de la Guerra de los Sexos eran reales. Yo les decía son tramposos, me molestaba las cosas que hacían los hombres y Daniel se enajenaba mucho, le dio un puño a una cámara una vez. Daniel era muy majadero», recordó.
Por otra parte reveló que ella no era la primera opción femenina para animar el programa, pero la química con Sarcos fue tal que terminó quedando con ese trabajo.
«Yo no era la animadora de la Guerra de los Sexos, iba a ser una venezolana que recién había terminado un programa de juegos muy exitoso en España. Pero cuando hicimos el primer programa la química fue tan brutal con Daniel sin ni siquiera tener un libreto«, manifestó.
En cuanto a su experiencia personal recordó que para ella resultaba una alegría cada vez que regresaba al programa a pesar de los momentos duros que vivió cuando trabajaba en ese espacio.
«Se murió mi papá, se murió mi mamá y ustedes estaban ahí. Tuve grandes tristezas y grandes alegrías«, explicó la también empresaria.
Ante la consulta sobre si estaría dispuesta a hacer el programa de nuevo respondió: «Uno nunca cierra las puertas a nada, quizás los acompañe algún día, siempre los acompaño de corazón, siempre va a ocupar un lugar especial en mi corazón».
Redacción Maduradas.