En gasolineras o supermercados de EEUU los precios no paran de aumentar y esa situación mantiene a la población alarmada ante la creciente inflación.
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«Pago 20 dólares para cargar mi tanque, pero ya no puedo llenarlo, es escandaloso», se quejó el viernes Telilia Scott en una gasolinera de Washington, indignada por el alza récord de los precios en los Estados Unidos.
«¡Es muy duro! ¡El pan es carísimo, el azúcar es carísimo, todo es tan caro!», lamentó una mujer desempleada, citada en el portal web del diario El Nacional.
Según las cifras publicadas el viernes, los precios en el sector energético fueron los que más aumentaron en un año (33,3%), como en muchos otros países.
Una semana después de que la Reserva Federal despojase a la inflación del calificativo de transitoria, los datos del Índice de Precios al Consumo (IPC) hechos públicos este viernes confirman que la inflación en EEUU ha adquirido carácter persistente, al menos a corto plazo, de acuerdo a la información reseñada – basada en dichos datos oficiales – por el diario El País.
Los precios de los automóviles usados, las rentas y alquileres, la factura del mobiliario o la alimentación han seguido al alza en noviembre hasta alcanzar un incremento del 6,8% interanual, sensiblemente superior al 6,2% registrado en octubre y una décima por encima de lo previsto por los analistas de Reuters y Bloomberg (6,7%).
Redacción Maduradas con información de El Nacional y El País
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