Hace 17 años falleció Jesús Soto, quien se convirtió en uno de los artistas plásticos venezolanos de mayor proyección mundial en los últimos años.
El Universal
Soto nació en el año 1923 en el Barrio Santa Ana de Ciudad Bolívar, dentro de una familia de origen humilde, a los 19 años de edad viajó a la ciudad de Caracas para estudiar en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas, luego de haber obtenido una beca de estudios.
Durante su época de estudiante fue discípulo de Antonio Edmundo Monsanto y estuvo rodeado de otros artistas plásticos como: Carlos Cruz Diez, Alejandro Otero y Pascual Navarro, pero el trabajo de Paul Cezanne lo influenció durante el desarrollo de su carrera.
En el año 1950, Soto viajó hasta la ciudad de París en Francia y alcanzó a entrar en contacto con el grupo Los Disidentes en el momento en que ellos están a punto de disolverse. Esta agrupación había sostenido una posición crítica hacia el arte figurativo que se realizaba en Venezuela. Con una fuerte opinión a la pintura tradicional, a la Escuela de Artes Plásticas y a los falsos salones de Arte Oficial que los llevó a optar por la abstracción geométrica.
En 1955 presenta en la galería Denise René junto a Alexander Calder, Marcel Duchamp, Víctor Vasarely, Jean Tinguely, Yaacov Agam y Pol Bury, la exhibición ”Le Mouvement”, dando nacimiento al arte cinético.
En la década de 1970 logra su Magnum Opus con sus famosos “Penetrables” donde involucra y sumerge al espectador en una experiencia viva.
El Museo de Arte de Jesús Soto fue creado en el año de 1973 en compañía del arquitecto Carlos Raúl Villanueva en Ciudad Bolívar, el artista plástico donó alrededor de 700 de sus obras y al menos 130 de artistas internacionales como Kazimir Malévich o Piet Mondrian.
Otro de los logros de Soto fue haber diseñado las instalaciones monumentales de los Juegos Olímpicos de Seúl 1988 y la Exposición Universal de Montreal de 1967. En 1968 el gobierno francés lo distingue con la Orden de las Artes y las Letras y en 1990 la Unesco le otorga la Medalla Picasso por considerar que su obra ha servido para acercar a los países del mundo.
A la edad de 81 años de edad, Soto falleció en su residencia en París, el 14 de enero de 2005. Había decidido que su tumba estaría en el cementerio Montparnasse.
Redacción Maduradas con información de La Patilla
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