Inmediatamente después de que se desmarcó del régimen de Nicolás Maduro, Estados Unidos levantó las sanciones económicas contra Manuel Cristopher Figuera, un general que se había desempeñado como jefe de inteligencia del socialista.
Pero otros exfuncionarios venezolanos tendrán muchas más dificultades para quedar liberados de las sanciones de Estados Unidos a menos que sigan los pasos de Cristopher y tomen acciones osadas y concretas contra Maduro, de acuerdo a fuentes cercanas al Gobierno del mandatario Donald Trump.
“Depende de la persona que desee dar un paso al frente y de lo que tenga que hacer. Si ayuda a lograr una transición pacífica a la democracia, incluso aunque estos individuos hayan hecho cosas terribles, yo estaría dispuesto”, dijo a Reuters el senador Marco Rubio.
El uso de sanciones económicas para cambiar las lealtades de oficiales y funcionarios de alto rango en Venezuela es clave en el intento de Estados Unidos por remover a Maduro, cuyo país sufre por una profunda crisis económica y política.
Pero el Gobierno de Trump quiere ver “acciones concretas y significativas” antes de retirar las sanciones a otros exasesores de Maduro.
El general Carlos Rotondaro fue sumado el año pasado a la lista negra por gestión incompetente del programa estatal de medicamentos. Desertó del régimen de Maduro y huyó a Colombia hace dos meses, pero no ha sido liberado de las medidas punitivas de Estados Unidos.
Otros dos generales –Cliver Alcalá y Hugo Carvajal– siguen bajo sanciones a pesar de haberse alejado de Maduro. Carvajal está en prisión en España a la espera de una posible extradición a Estados Unidos por cargos de narcotráfico.
Si bien el retiro de las sanciones a Cristopher fue prácticamente automático, otros podrían encarar criterios más estrictos, dijo un funcionario estadounidense.
Redacción Maduradas con información de Reuters
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