Está previsto que, para este viernes 13 de agosto, el régimen madurista y el gobierno interino de Juan Guaidó, presidente interino de Venezuela, sostengan las esperadas conversaciones en México para pautar “soluciones pacíficas” en el marco de la crisis que atraviesa Venezuela. De alguna manera, el proceso de negociación reactivaría la dormida política del país y, a diferencia del diálogo intentado en Barbados, no tendría la enorme presión que ejerció Donald Trump entonces.
De hecho, expertos en materia política y de relaciones internacionales de Estados Unidos manifestaron ver “con buenos ojos” el diálogo y afirmaron que el gobierno de Biden tiene un concepto “realista” de cómo se debe desarrollar el proceso. Keith Mines, director del programa de América Latina del Instituto de Paz de Estados Unidos, y Steve Hege, subdirector del mismo programa, coinciden al afirmar que el de Biden es un gobierno más “realista” con este tema.
«Me parece un avance enorme que haya una declaración de principios. Resaltamos la importancia de arrancar el proceso basados en principios muy claros, de lo que se va a construir, y tengo entendido que esos principios van en una línea alejada del paradigma de exclusión mutua y de compromiso a construir un horizonte de futuro común y convivencia política. Pero esto es lo que sabemos, que será mucho más pragmático que en los últimos años, que ha sido un poco el desplazamiento del poder por otro», dijo Hege a El Nacional.
El mismo experto aseguró que el gobierno de Biden tiene una comprensión mucho más realista sobre la necesidad de elecciones para establecer una democracia. Sin embargo, advirtió la necesidad de algunos acuerdos que vayan más allá de las elecciones.
«Eso es algo que en Barbados no se hizo, no se logró y no hubo una mirada muy profunda de una convivencia política«, apuntó.
Del mismo modo, Geoff Ramsey, director para Venezuela de la oficina de Washington para América Latina, apuntó que este nuevo proceso estaría “abandonando” la metodología del “nada está acordado hasta que todo esté acordado”, la cual fue la que fracasó en Barbados. En ese sentido, recordó el apoyo de la comunidad internacional, así como de los factores políticos locales en torno a la idea de que es posible construir un acuerdo integral basado en avances parciales y graduales en lo político y humanitario.
Por ello, no descartó que pudiera aplicarse alguna flexibilidad en las sanciones económicas internacionales: «Sin esos avances y sin gestos muy concretos de parte del gobierno de Maduro, no veo ninguna posibilidad de que Estados Unidos levante ninguna sanción«.
En ese sentido, varios otros expertos estadounidenses opinan que el proceso será extendido y que trascenderá la exigencia de elecciones democráticas en Venezuela. Además, Ramsey consideró que, sin el apoyo de Estados Unidos, probablemente, no se llegará a un acuerdo definitivo.
Redacción Maduradas con información de El Nacional
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