El empresario colombiano Álex Saab aseguró a Efe que «no es un funcionario» del régimen de Nicolás Maduro, luego de que este lo catalogara en reiteradas ocasiones como un “enviado” especial que buscaba supuestamente adquirir alimentos básicos, medicinas y equipos médicos “muy necesarios” para el pueblo de Venezuela.
El nombre del empresario dio la vuelta al mundo el pasado 12 de junio, cuando fue arrestado, por sorpresa, mientras su avión hacía escala para repostar en el Aeropuerto Internacional Amílcar Cabral de la isla caboverdiana de Sal, tras una solicitud de Estados Unidos cursada a través de Interpol por presunto blanqueo de dinero.
“No soy un funcionario público, ni deseo ser una figura pública. Nunca he buscado la fama ni el reconocimiento público y tampoco lo hago. Me siento honrado de haberme convertido en ciudadano venezolano y, como he declarado en varias ocasiones, estoy orgulloso de mis raíces de Barranquilla, así como de mi herencia libanesa/palestina. Soy ciudadano tanto venezolano como colombiano”, manifestó al ser cuestionado por EFE sobre su ciudadanía.
El periodista de Armando Info, Roberto Deniz, catalogó las declaraciones como un “desliz” grave por parte del supuesto testaferro de Maduro, pues a pesar de no catalogarse como “funcionario” ante la opinión pública, Saab estaría buscando los beneficios legales que le ofrece el régimen.
El Gobierno y una corte del país africano han aprobado la entrega del supuesto testaferro, nombrado por Venezuela «enviado especial» y «representante permanente adjunto» ante la Unión Africana, si bien éste ha apelado ante el Supremo Tribunal de Justicia de Cabo Verde.
“El hecho es que Cabo Verde no podía ni debía detenerme. Yo era (y sigo siendo) un Enviado Especial de la República Bolivariana que realizaba una Misión Especial humanitaria para adquirir alimentos básicos, medicinas y equipos médicos muy necesarios para el pueblo de Venezuela. Por lo tanto, gozaba de inmunidad e inviolabilidad, tal y como establecen las leyes centenarias que rigen la circulación de los diplomáticos y agentes políticos”, señaló.
Con todo, el empresario deposita sus esperanzas en el Tribunal de Justicia de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), que este mes debe pronunciase sobre su extradición y que ya a finales de 2020 falló a favor de su arresto domiciliario, que las autoridades caboverdianas acataron muy a regañadientes.
«No he cometido ningún delito», zanja Saab, que empezó su carrera en Barranquilla (Colombia) vendiendo llaveros de promoción y hoy guarda relación con varias empresas, entre ellas Group Grand Limited (GGL), acusada de tapar los sobrecostes del programa CLAP del Gobierno de Maduro para suministrar alimentos a los desfavorecidos.
Uno imagina que la influencia de Baltasar Garzón es decisiva para la tribuna que EFE le da a Alex Saab. Aún así, en esta entrevista Saab comete varios deslices. El más obvio: “no soy funcionario público, ni deseo ser una figura pública”. Entonces es o no “funcionario” de Maduro? https://t.co/VkrQA54X2i
— Roberto Deniz (@robertodeniz) March 3, 2021
Es decir, para buscar protección luego de su detención el señor Alex Saab si quiere tener los privilegios de un “funcionario diplomático”, pero para hacer sus negocios con Maduro prefiere no ser una “figura pública”.
— Roberto Deniz (@robertodeniz) March 3, 2021
Por qué el chavismo esperó hasta la detención de Alex Saab para defenderlo y asumir que era su gran contratista? Tras su nombramiento como “enviado especial”, en abril de 2018 de ser cierta esa fecha,le abrieron causas en México, Colombia e Italia, además de USA, y todos callaban
— Roberto Deniz (@robertodeniz) March 3, 2021
Con información de EFE
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