La Organización Panamericana de la Salud (OPS) dijo el miércoles que está ofreciendo información detallada sobre la seguridad de la vacuna AstraZeneca contra el coronavirus a Venezuela y Haití para que reconsideren su decisión de no recibirla y acepten las dosis distribuidas por el mecanismo COVAX, de las Naciones Unidas.
Tanto Haití como Venezuela han expresado dudas sobre la inmunización AstraZeneca después de casos de coágulos sanguíneos reportados en personas que se la aplicaron en Europa y llevó a algunos países a suspender la aplicación de esas dosis. Ambos son miembros de COVAX, pero hasta ahora ninguno de los dos ha recibido las vacunas asignadas a través de esa vía.
“Lo más importante es tener acceso lo más rápido posible a las vacunas… para salvar vidas”, expresó el subdirector de la OPS, Jarbas Barbosa en conferencia de prensa virtual. “Estamos trabajando con esos países para aclarar, brindar, compartir las informaciones que tenemos, que justifican la utilización de la vacuna”, dijo.
Aclaró que si Haití «confirma que no las va a recibir, serán asignadas a otros países” porque esas vacunas son donadas. Venezuela, en cambio, las compra y por lo tanto puede escoger entre una canasta de vacunas aprobadas por la Organización Mundial de la Salud, que son las que distribuye COVAX.
Mientras Haití es parte de una decena de países de la Américas que recibirá las vacunas de COVAX de manera gratuita, Venezuela está en negociaciones para que se liberen fondos destinados a esas inoculaciones. El gobierno de Nicolás Maduro ha dicho que ya consiguió unos 64 millones de dólares, el 50% de los fondos que necesita. Mediante COVAX llegarían a esa nación poco más de 11 millones de dosis de diferentes vacunas. Haití no recibido vacunas de ningún tipo. Por COVAX se le asignaron 756.000 dosis de AstraZeneca.
En el caso de Venezuela, hasta ahora apenas han arribado al país 250.000 dosis de la vacuna rusa Sputnik V y 500.000 de la vacuna Vero Cell fabricada por la empresa estatal china Sinopharm, donadas por Beijing. Venezuela además participará en las pruebas de la segunda vacuna rusa, EpiVacCorona y la cubana Abdala.
Ciro Ugarte, el director de emergencias en Salud de la OPS, recordó que los científicos venezolanos dijeron que no aceptarían la vacuna de AstraZeneca, pero destacó también que hay un esfuerzo general para lograr que la nación sudamericana tenga más vacunas lo antes posible.
El líder opositor Juan Guaidó, por su parte, insistió en la importancia de recibir vacunas para salvar vidas. “Basta de querer bloquear una vacuna u otra, que entre la vacuna que sea accesible y que esté verificada científicamente y médicamente. Punto», expresó.
La Agencia Europea del Medicamento dijo recientemente que los coágulos de sangre con niveles bajos de plaquetas deben incluirse como efectos secundarios muy raros de la vacuna de AstraZeneca. La Organización Mundial de la Salud recomendó seguir administrándola.
“Todas las vacunas y medicamentos conllevan un riesgo de efectos secundarios. En este caso, los riesgos de enfermedad grave y muerte por COVID-19 son muchas veces más altos que los riesgos muy pequeños relacionados con la vacuna”, expresó el director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Gebreyesus.
Redacción Maduradas con información de AP
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