Las recientes designaciones del presidente interino Juan Guaidó para su gabinete de Gobierno son «simbólicas y sin eficacia», opinaron varios politólogos.
EFE
Para el politólogo y profesor de teoría política, Óscar Vallés, las designaciones que ponen a Leopoldo López como encargado del Centro de Gobierno y a Julio Borges adelante de los Asuntos Exteriores, buscan darle forma a la administración de Guaidó, que hasta ahora carece de fuerza.
“Guaidó busca darle cuerpo a la estructura de una presidencia encargada. Pero llama la atención que a solo tres meses de que deje de ser presidente no haya dado pasos para un gobierno permanente. La eficacia va a ser muy poca”, dijo Vallés.
Para el también politólogo y doctor en Ciencias Políticas, Guillermo Tell Aveledo, el cargo de López es simbólico, por el poco alcance que tiene desde su actual situación como huésped en una embajada.
“Está formalizando una relación de categoría, lo cierto es que está en una posición muy restringida de movimiento. Es más simbólico que nada. ¿Qué capacidad tiene López de asumir esa responsabilidad, un político que no se puede movilizar?”, se preguntó Aveledo.
Mientras que en caso de Borges, se reafirma la labor que ya cumplía, al encargase, desde el exilio, de tratar los temas para generar presión internacional contra la administración de Maduro.
“Julio Borges desde el exterior tiene grandes e importantes tareas en el mundo diplomático. No hay un cambio sustancial de tener esa diferencia”, dijo Vallés.
Vallés desestimó que los movimientos en el gabinete del jefe del Parlamento amenacen a Maduro. Aseguró que no tendrán impacto en la transición política, porque, además, la capacidad de acción de los funcionarios de Guaidó es limitada.
“Todos estos personajes o están en el exilio o en embajadas la capacidad de maniobra o de acción. No veo ningún cambio sustancial de que el gobierno de Maduro que deba preocuparse”, opinó Vallés.
Redacción Maduradas con información de Efecto Cocuyo.
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