Luego de la muerte del disidente de las Farc, Seuxis Pausias Hernández, alias Jesús Santrich, se desató la polémica en los Estados Unidos por la búsqueda de pruebas de su muerte.
Santrich presuntamente había sido abatido, el 17 de mayo, en su campamento ubicado en la zona rural de Villa del Rosario de Machiques, estado Zulia, al parecer un comando armado lo habían aniquilado y huyeron en un helicóptero amarillo, con la falange de su meñique derecho.
La huella del meñique se cotejó con el registro decadactilar de Seuxis Pausias Hernández y coincidió plenamente.
El gobierno de los Estados Unidos ofrecía una recompensa de 10 millones de dólares por la captura del disidenten colombiano, al parecer el comando armado se llevó el meñique de Santrich como prueba de haberle dado de baja y enterraron su cuerpo en territorio venezolano.
Según un informe reservado sobre lo ocurrido, se evidencia que el expediente ‘Santrich’ sigue vivo y que tres desmovilizados y miembros de la Guardia Bolivariana fueron piezas fundamentales en el operativo, ejecutado en territorio venezolano, al que el régimen nunca se ha referido.
Al parecer el objetivo principal del conflicto armado era capturar a ‘Iván Márquez’, el otro cabecilla de esas disidencias, pero ‘Santrich’ quien se fugó de Colombia, en 2019, cuando la Jurisdicción Especial de Paz (JEP) lo dejó libre y Estados Unidos lo pedía en extradición, comenzó a dejarse ver por Machiques, muy cerca a la serranía del Perijá.
Además, los tres informantes aseguraron que la pérdida de visión de ‘Santrich’ avanzaba con rapidez y que se estaba cayendo con frecuencia. De manera simultánea, varios miembros del comando armado –unos 20 hombres– empezaron a llegar a la zona como lugareños, para mimetizarse y ejecutar el golpe de mano a unos cuantos kilómetros de la frontera: “Se hizo una especie de burbuja de seguridad”.
Y ahora, dice el documento, se está gestionando el cobro de los 10 millones de dólares aprobados por el Departamento de Justicia de Estados Unidos como recompensa por ‘Santrich’.
En Colombia ya existe un antecedente similar cuando el guerrillero Pedro Pablo Montoya, alias Rojas, le cortó la mano derecha al miembro del secretariado de las Farc alias ‘Iván Ríos’, en marzo de 2008.Con la mano en una hielera y un computador personal de ‘Ríos’, probó que lo había asesinado y empezó a cobrar una recompensa de 1,5 millones de dólares. Rojas no obtuvo un centavo y, por el contrario, fue condenado a 18 años de cárcel.
En el caso de ‘Santrich’, el diario El Tiempo estableció que a las autoridades de Estados Unidos tampoco les convenció el meñique. Incluso, ya emitieron una primera negativa para pagar la recompensa por el exguerrillero.
Para la justicia estadounidense, la única prueba de que alguien está muerto es el cadáver. Y el de ‘Santrich’ se quedó enterrado en algún lugar de Venezuela.La Policía americana eliminó al disidente del cartel de recompensas que ofrecen por los otros cabecillas de la ‘Segunda Marquetalia’.
Voceros autorizados del ejército y la policía manifestaron que no han pagado un solo centavo de recompensa por la muerte de ‘Santrich’.
Redacción Maduradas con información de El Tiempo
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