China anunció este viernes 9 de octubre la detección del primer brote desde finales de julio de peste porcina africana, una enfermedad que ha acabado con decenas de millones de cerdos en el país y que ha hecho que se disparen los precios de la carne de ese animal, una de las más consumidas por los ciudadanos.
Según un comunicado del Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales, el brote se ha detectado en la región central de Chongqing en un grupo de 70 lechones, de los que 14 habían contraído ya la enfermedad y dos habían muerto.
Los animales habían sido transportados ilegalmente desde otra provincia y fueron requisados por el Centro de Prevención y Control de Enfermedades Animales de Chongqing.
Las autoridades están ahora investigando el caso y se ha dado inicio a las tareas de limpieza y desinfección de los lugares, las carreteras y los vehículos de transporte por donde pasaron los animales contagiados.
El último caso reportado por el Ministerio de Agricultura se había detectado también en la región de Chonqging, aunque en otro condado, el pasado 25 de julio, y en el momento en el que se detectó aquel brote al menos 4 cerdos habían contraído ya la enfermedad.
La peste porcina africana, de alta mortalidad entre cerdos y jabalíes -la tasa puede alcanzar el 100 %, según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE)- pero inofensiva para humanos y otros animales, es una enfermedad hemorrágica altamente contagiosa que puede causar la muerte entre dos y diez días tras haber sido contraída.
Según cálculos efectuados por Efe en base a datos del Gobierno chino, entre finales de 2017 y finales de 2019 –los primeros casos de la epidemia se detectaron en agosto de 2018– la población de chanchos en China había caído en más de 130 millones de animales.
Sin embargo, en julio del año pasado las autoridades afirmaron que la epidemia estaba “bajo control”, y en los siete primeros meses de 2020 se recuperaron 29,3 millones de cabezas en la piara nacional.
EFE
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