Un psiquiatra que diagnostica patologías de enemigos políticos en televisión y un lobista que impulsa por el mundo el sello de «dictador» para Nicolás Maduro lideran los equipos negociadores del gobierno y la oposición de Venezuela.
Foto: Twitter- @LVidegaray
Aquí las figuras clave de las delegaciones que emprendieron este viernes la búsqueda de una salida a la encrucijada del país petrolero.
El psiquiatra
Hijo de un dirigente comunista asesinado en 1976 en un calabozo policial, Jorge Rodríguez es el principal negociador oficialista.
Actual ministro de Comunicación y amante de la literatura, este psiquiatra de 52 años fue vicepresidente del fallecido Hugo Chávez (1999-2013) entre 2007 y 2008.
Dejó la alcaldía del municipio de Libertador para unirse al gabinete de Maduro hace un mes.
Tiene un programa en la televisión estatal, «La política en el diván», en el que según dice intenta «desentrañar la guerra psicológica» de la oposición.
Habitualmente diagnostica enfermedades mentales a sus adversarios, como el diputado Henry Ramos Allup, a quien atribuye un «cuadro psicótico» por sus «ideas delirantes, alucinaciones y agresividad».
El suprapoder
Abogada de 48 años y hermana de Jorge Rodríguez, Delcy Rodríguez preside la Asamblea Constituyente que rige desde agosto como un «suprapoder», y que es desconocida por la oposición y varios países.
Beligerante canciller de Maduro desde diciembre de 2014 hasta junio pasado, fue brazo ejecutor del retiro de Venezuela de la Organización de Estados Americanos (OEA), a cuyo secretario general, Luis Almagro, dedicó una nutrida lista de insultos.
Bautizada por Maduro como la ‘tigra’, protagonizó fuertes cruces con mandatarios como Mauricio Macri (Argentina) y Pedro Pablo Kuczynski (Perú).
El comodín
Elías Jaua, sociólogo y educador de 48 años, integró la asamblea que redactó en 1999 la Constitución vigente y ahora forma parte de la que escribirá una nueva.
Es ministro de Educación, tras pasar por carteras tan diversas como Relaciones Exteriores y Agricultura. También fue vicepresidente.
Operador político
Julio Borges encabeza la delegación de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Asumió a principios de año la presidencia del Parlamento, único poder que no controla el chavismo, pero que está atado de manos porque la justicia lo declaró en desacato y considera nulas todas sus decisiones.
Abogado de 48 años, fundó uno de los principales partidos opositores, Primero Justicia, donde milita el excandidato presidencial Henrique Capriles.
En septiembre, tras protestas opositoras que dejaron 125 muertos, denunció la «dictadura de Maduro» durante una gira en la que fue recibido por el presidente francés, Emmanuel Macron, la canciller alemana, Angela Merkel, la primera ministra británica, Theresa May, y el jefe del gobierno español, Mariano Rajoy.
Maduro lo acusa de «traición a la patria».
El activista
Feliciano Reyna, arquitecto de 61 años, tiene larga trayectoria como activista de derechos humanos.
Forma parte de una docena de asesores que incluye a representantes de organizaciones ciudadanas, gremios y sindicatos, con las que la MUD afronta las negociaciones.
Fundó hace 16 años la ONG Codevida, que aboga por un «canal humanitario» para la entrada al país de comida y medicinas, en severa escasez, una de las principales exigencias opositoras.
Inició su carrera como activista en 1995 ayudando a personas con VIH, tras la muerte de su pareja a causa del virus.
El experto electoral
Vicente Díaz, sociólogo y exgerente de recursos humanos de multinacionales, fue directivo del poder electoral entre 2006 y 2013.
Es otra pieza central entre los asesores, pues la MUD exige condiciones claras para los comicios presidenciales de 2018, en los que Maduro buscará la reelección.
Con información de AFP
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