El Gobierno de Panamá dijo hoy que está evaluando la posibilidad de retirar a su embajador en Venezuela, tal y como hizo Colombia, pero que no contempla romper relaciones diplomáticas con el país suramericano.
«Es un tema que hemos estado tratando a lo largo de muchos meses. Si no lo hemos hecho hasta ahora es para cuidar los intereses de Panamá en el país y también para ser solidarios con la situación humanitaria que viven los hermanos venezolanos», explicó hoy la vicepresidenta y canciller panameña, Isabel De Saint Malo.
Minutos antes y en otro acto oficial, el vicecanciller panameño, Luis Miguel Hincapié, dijo que la decisión de retirar al embajador en Venezuela se tomará «en unos días» y que eso no implica una ruptura diplomática.
«Romper relaciones con Venezuela sería el último paso. Todavía los países de la región estamos apostando a que se resuelva el conflicto y romper relaciones diplomáticas te aleja totalmente de esa posibilidad», añadió Hincapié.
La jefa de la diplomacia colombiana, María Ángela Holguín, anunció la noche del lunes la retirada de su embajador en Venezuela y que «por el momento no volverá».
Al principio de la crisis venezolana, el Gobierno de Panamá se mostró dialogante y apostó por el entendimiento, pero en los últimos días ha endurecido su discurso y ha expresado su «total rechazo» a las elecciones del pasado domingo para una Asamblea Constituyente en Venezuela, cuyo resultado no reconoce.
De Saint Malo confirmó hoy que participará en la reunión de cancilleres organizada por el Gobierno de Perú en Lima el próximo 8 de agosto para evaluar la situación en el país suramericano y condenó el regreso a prisión de los líderes opositores Leopoldo López y Antonio Ledezma.
López y Ledezma fueron llevados esta madrugada de nuevo a la cárcel militar de Ramo Verde, a las afueras de Caracas, después de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de ese país revocara su arresto domiciliario porque supuestamente planeaban fugarse.
Información de EFE
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