Seguimos recibiendo información de nuestros lectores, en esta oportunidad, Carlos Suni, un intelectual peruano que apoya a la oposición venezolana, comenta que “no se puede ser legítimo presidente si se manipula las urnas”. A continuación el transmite a todos los venezolanos opositores al régimen, una carta que hace un llamado poderoso a que sigan luchando por su libertad.
A continuación la carta titulada «Una Carta desde mi trinchera»:
Una carta desde mi trinchera
Hermanos de Venezuela:
Sabemos que la lucha en que baten sus vidas es arriesgada. Conocemos de las penurias en que se han sumergido para sacar a flote la democracia que ustedes tanto reclaman y desean, y de la que el oficialismo tantas veces ha renegado, bajo una hipócrita careta de afinidad con ella. Hoy, que su gobierno ha pisoteado sus cabezas de manera violenta e impune, es que nosotros nos unimos a su dolor y pesar por haber sufrido la transgresión a sus derechos a la vida, a la manifestación pacífica y a la paz. Pero también nos aunamos a su tenaz esperanza, a ese anhelo e ímpetu gozoso en un cambio para el futuro; ustedes para su querida Venezuela, y nosotros para América Latina, que es nuestra, aferrada y arraigada a nuestros latidos.
Latinoamérica es una zona de convulsiones crónicas y, a veces, dolorosamente dilatadas. Desde su forjamiento prístino, entre la pólvora y los cadáveres hispanos e hispanoamericanos, esta región se vio azotada, en ocasiones, por caudillismos infames, y en otras pocas oportunidades, fue guiada por azarosos dignos líderes—cito a Ramón Castilla, en mi patria—. La inestabilidad ha sido un signo bajo el cual ha tenido que desarrollarse América Latina por doscientos años, nada fáciles, por cierto. Ha pisado terreno escabroso y, sin embargo, se ha erguido siempre airosa de sus caídas.
Lastimosamente, en la Venezuela de hoy, la prolongación del caudillismo perverso implantado por Hugo Chávez ha vuelto a poner un obstáculo más para el saludable desarrollo de su pueblo. El madurismo—prole genuina de Chávez—ha mostrado su autoritarismo visceral, pero ante su pueblo indignado ha de sucumbir cabalmente y agachará su cabeza petulantemente empinada. Sabiendo esto, como profetiza el Apocalipsis bíblico, Maduro se alzará «con gran furia, sabiendo que tiene poco tiempo», y sus ataques irán in crescendo, perfeccionándolos hasta llegar al punto de la barbarie brutal, si es que no lo ha alcanzado ya.
Para no agotarlos, quiero terminar la misiva con un poema del escritor peruano Alejandro Romualdo, adaptado a la realidad venezolana, que refleja magníficamente sus valientes lidias:
Los harán volar con dinamita.
En masa, los cargarán, los arrastrarán.
A golpes les llenarán de pólvora las bocas,
los volarán: ¡Y no podrán matarlos!Los pondrán de cabeza.
Arrancarán sus deseos, sus dientes y sus gritos.
Los patearán a toda furia.
Luego los sangrarán ¡Y no podrán matarlos!Coronarán con sangre sus cabezas;
sus pómulos, con golpes.
Y con clavos, sus costillas.
Les harán morder el polvo.
Los golpearán: ¡Y no podrán matarlos!Les sacarán los sueños y los ojos.
Querrán descuartizarlos grito a grito.
Los escupirán.
Y a golpe de matanza los clavarán:
¡y no podrán matarlo!Los pondrán en el centro de la plaza,
boca arriba, mirando al infinito.
Les amarrarán los miembros.
A la mala tirarán: ¡Y no podrán matarlos!Querrán volarlos y no podrán volarlos.
Querrán romperlos y no podrán romperlos.
Querrán matarlos y no podrán matarlos.Querrán descuartizarlos, triturarlos,
mancharlos, pisotearlos, desalmarlos.
Querrán volarlos y no podrán volarlos.Querrán romperlos y no podrán romperlos.
Querrán matarlos y no podrán matarlos.Al tercer día de los sufrimientos
cuando se crea todo consumado,
gritando ¡Libertad! sobre la tierra,
han de volver ¡Y no podrán matarlos!
Escrito por: Carlos Carmelo
Intelectual Peruano
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