El régimen y sus poderes aliados siguen arrebatando competencias al Parlamento, al que ahora pretenden subordinar a las órdenes del TSJ, que ya bastante se ha encargado de quitar funciones al Legislativo.
Manuel Galindo, contralor general de la República, expresó este martes que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) tiene la última palabra en las decisiones que tome la Asamblea Nacional (AN).
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«Se observa con preocupación cómo el Poder Legislativo pretende convertirse en un suprapoder (…) La AN ha sancionado leyes apartándose del marco de la Constitución», dijo Galindo durante una rueda de prensa.
Consideró que el Poder Legislativo ha irrespetado la institucionalidad del país, esto en referencia a la incorporación de los diputados de Amazonas, sobre quienes pesa una acción de impugnación electoral ante el TSJ, poder que, según Galindo, debe tener preponderancia sobre las decisiones que asuma el Parlamento.
Redacción Maduradas
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