En Venezuela hay exceso de colas y escasez de productos. La fiebre por comprar las rebajas forzadas por las medidas «electoralistas» del presidente Nicolás Maduro de cara a los comicios municipales del 8 de diciembre, ha llevado a los venezolanos a hacer largas colas desde la madrugada, desafiando el frío, la lluvia y la inseguridad de la noche, publica ABC de España.
Por todos los lados hay colas, como si fuera una guerra o el fin del mundo. Cuando en los supermercados aparece de pronto alguno de los alimentos que escasean -como el azúcar, el arroz, la leche, el pollo, la harina de maíz o el papel higiénico- se forma una fila espontánea que arrasa con el producto en un abrir y cerrar de ojos.
«Profesionales» de las colas
Y ahora también ante los escaparates de los comercios de electrodomésticos, juguetes, ropa, calzado, ferretería, repuestos de automóviles, concesionarios…, se agolpan los compradores esperando las rebajas como si fuera agosto. Muchos de los «profesionales» de las colas revenden su puesto hasta por 1.000 bolívares (117 euros, al cambio oficial de 8,50 bolívares por un euro) a los que no pueden perder cuatro horas de espera para entrar en la tienda.
Los comerciantes aseguran que Maduro desató los demonios cuando el pasado fin de semana pasado ordenó «vaciar» la cadena de electrodomésticos DAKA, en la ciudad de Valencia. Los saqueadores vaciaron la tienda y los intentos de saqueo se multiplicaron en otras ciudades como Puerto La Cruz, San Félix, Upata, Maturin, Maracaibo, donde los comerciantes rogaban entre lágrimas a los militares que no se los llevaran presos. En total hubo unos cincuenta detenidos.
ABC hizo un recorrido por las tiendas de electrodomésticos en el municipio caraqueño de Chacao. Juan Carlos Soto, dueño de Tuelectronics, aseguró que su tienda no puede rebajar un 50% en los precios, sino un 15%. «Nosotros no tenemos dólares para importar. Compramos directamente a los distribuidores y aplicamos hasta un 30% el margen de nuestra ganancia».
En su tienda no hay cola, los clientes entran y preguntan. Una cliente se fue con las manos vacías, dijo que prefería hacer cola en otra parte para comprar más barato.
«Si el Gobierno me obliga a bajar un 50% los precios, entonces voy a la quiebra. No tengo cómo reponer la mercancía. Con su plan de controlar todo y limitar las ganancias, debería darnos garantía para la reposición de la mercancía. Si no tengo qué vender, cierro. Siempre he dormido tranquilo, pero desde hace una semana no duermo bien porque veo con preocupación el futuro inmediato y no sé si podré continuar con el negocio dentro de un mes», afirma con tristeza Soto.
Lista de productos con un 15% de descuento en un comercio de Chacao, en Caracas