El país está que se cae a pedazos. La gente grita por los cuatros costados exigiendo nada más que alimentos. Los supermercados están vacíos, a las afueras se observan colas kilométricas para comprar lo poco que queda. Las bolsas que prometen no llegan pero cuando llegan, no alcanzan para nada, vienen incompletas y con cantidades limitadas.
Los niños tienen hambre, exigen su tetero con leche pero de eso, tampoco hay. Algunos se desmayan en las escuelas o mueren incluso, por desnutrición.
Foto Prensa Presidencial.
Con lo anterior, es evidente que el presidente debería estar enfocando todos sus esfuerzos en solventar de manera inmediata la crisis humanitaria por la que transita el país, pero no es el caso.
Nicolás Maduro informó que a partir de este viernes, 1 de julio, regresará el plan de entrega de taxis que serán “directamente entregados a los taxistas”. Un plan que además de consumir grandes cantidades de recursos, que podrían utilizarse para comida y medicinas, también ha demostrado ser fuente de grandes redes de corrupción.
Pero Maduro insistió en que sería una genial idea. «Me comprometí el primero de julio a retomar el plan de los taxis modernos ya con nuevas condiciones y que fueran a los taxistas directamente», dijo.
Este viernes, desde la Base Aérea Francisco de Miranda en La Carlota, el ministro de Transporte, Luis Sauce Navarro, hizo entrega de 60 taxis a 12 asociaciones cooperativas.
Con información de El Nacional.