La crisis social en Venezuela no para, cada día se conocen casos atroces donde se ven involucradas mujeres inocentes que se enamoran de delincuentes y tienen finales trágicos.
Ese fue el caso de Crisálida Josefa Contreras Espejo, una anciana de 82 años de edad, quien se enamoró de su asesino tres meses atrás. Supuestamente, la abuela amenazó con entregarlo si no le correspondía y por eso la asesinó.
‘Ella fue quien le dio la identificación falsa para que se residenciara en Bolívar‘, informaron los familiares de Manuel Alejandro Espinoza Roa, apodado el ‘Monstruo de Santa Rosa, un joven de 28 años de edad.
La pareja se conoció en Caracas, en uno de los tantos viajes que hacia la mujer a la capital y así lo contactó. Crisálida se enamoro de Espinoza sin importarle su pasado.
«Ella dijo que era fácil pasar desapercibido por allá», dijo un familiar del ‘Monstruo’ a Correo del Caroní. La mujer estaba tan enamorada de Espinoza que lo ayudó no sólo con la cédula sino con todo lo que él necesitaba, sin embargo, el individuo no le correspondía.
«El comentó que estaba tranquilo, se encargaba de ordeñar vacas y de la limpieza y aseguró que se estaba portando bien», explicó la familia del criminal a los medios.
La captura del asesino se llevó a cabo hace tres días en un hotel, luego de que asesinara a Crisálida Contreras. Y sus familiares dicen de enteraron del acontecimiento por las redes sociales y de la misma forma llegó la noticia al barrio Santa Rosa de Agua.
Carmen Ortega, la abuela de los niños asesinados el 6 de septiembre de 2015, aseguró sentirse «como si me sacaran una espina del corazón».
Asimismo se sintieron los vecinos del sector, quienes celebraron la captura, pues aunque el hecho no le devolvería a sus parientes, querían justicia. ‘Sabia que Dios no nos iba a abandonar, sabía que el día que caería preso, iba a llegar‘, exclamó Ortega.
Desde el 2010 las autoridades buscaban a Manuel Alejandro Espinoza Roa, por delitos de robos menores, hurtos, acoso, hostigamiento, homicidios y violencia contra la mujer. El CICPC lo investigó por tres asesinatos en el estado Trujillo, luego huyó al Zulia, donde se conoce cometió el crimen que le dio el apodo del ‘Monstruo de Santa Rosa‘. Violó y asesino el 6 de septiembre de 2015 a su pareja, Greilys Ortega y sus hijastros, tres niños comprendidos entre las edades de 6 y 9 años.
De Maracaibo se fue huyendo a Valera con sus familiares, ocultándose luego de unos días, de ahí se fue a Caracas y después a Bolívar. Toda su familia conocía cada uno de sus movimientos y nadie nunca se dignó a denunciarlo.
Hasta los momentos se conoce, que la decisión de trasladar a Espinoza a Maracaibo la tienen los tribunales.
Con información de La Verdad
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