João Pimenta da Silva, un brasileño de 71 años, murió el pasado 4 de enero tras caer en un pozo de 40 metros que él mismo excavó tras haber soñado que había oro debajo de su casa.
La Nación.
Al parecer, días antes de su muerte, Da Silva soñó que bajo el piso de su cocina había oro y decidió excavar un pozo de 40 metros de profundidad.
Cuando comenzó a ver su idea materializada llamó a su vecino, Antônio Wilson Costa, quien aceptó ayudarlo, pero antes de continuar con el proyecto, el septuagenario cayó al pozo que el mismo cavó.
«Yo estaba aquí trabajando y vino a pedirme ayuda para sacar el agua del pozo. Me llegaba más o menos a la cintura», explicó el vecino.
Costa detalló cómo fue que lograron excavar en la cocina de la casa de su vecino.
«Llamó a alguien que se llama Teófilo Otoni, un biólogo del lugar, para evaluar el lugar y empezar a cavar. Empezamos, paramos un día, luego seguimos. Trabajé hasta llegar a los 19 metros. Teníamos un compresor de oxígeno, martillo, bomba. Estaba buscando oro, pero no había nada de oro, encontramos que era agua», dijo.
El biólogo recibió 250 reales por día trabajado en este curioso proyecto.
Luego de esto, buscó a su vecino para pedir más apoyo: «Dijo que recibió un mensaje de que había oro en la cocina de su casa. Lo buscamos, pero no lo encontró. Le costó mucho».
También contó cómo ocurrió el trágico accidente.
«Cuando llegó arriba, el columpio empezó a deslizarse y se quedó atrapado en la cuerda por el brazo. Intenté sujetarlo, solo, no había manera de pedir ayuda», manifestó.
Redacción Maduradas con información de La Nación.
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