La oficina corporativa de Wild Fork Foods en Miami, Estados Unidos, fue acusada por una ciudadana con doble nacionalidad venezolana y norteamericana de crear un entorno laboral hostil en el que predominaban los insultos racistas.

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“Wild Fork Foods negaba estas acusaciones y declaró que, al suscribir este decreto de consentimiento, no admite ninguna infracción ni violación de la ley”, dijo la jueza Kathleen Williams.
La ciudadana identificada como Belén Estacio afirmó que estuvo bajo “calumnias graves y generalizadas sobre los hispanos, que le crearon un entorno de trabajo hostil por su origen nacional y su raza”.
Por consecuente, ese decreto de consentimiento exige a Wild Fork Foods cancelar $37,500 en salarios atrasados y $92,500 adicionales en daños compensatorios a Estacio que trabajó para esa empresa desde el 6 de junio de 2018 hasta el 29 de noviembre de 2018.
Redacción Maduradas con información de El Tiempo.
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