El fiscal general venezolano, Tarek William Saab, dijo este martes 7 de mayo que el exministro de Petróleos de Venezuela, Tareck El Aissami, y «su mafia» tenían una «nómina fantasma» parte de la trama Pdvsa-Cripto, en la que supuestamente financiaban, con los fondos de la petrolera estatal y la Superintendencia Nacional de Criptoactivos, a periodistas y medios para ejecutar «campañas de descrédito» y «guerra sucia» contra «autoridades del Estado».
En una rueda de prensa, Saab dijo que estos descubrimientos se hicieron a través de nuevas confesiones del empresario Samark López -actualmente detenido y acusado de ser testaferro de El Aissami-, quien dijo que la intención de estas campañas era desprestigiar a dirigentes y personajes de la vida política nacional.
Asimismo, López dijo que estas campañas eran dirigidas por El Aissami y fueron «diseñadas, implementadas y pagadas» por Joselit Ramírez, exjefe de Sunacrip detenido en marzo del año pasado por corrupción administrativa ligada a la trama Pdvsa-Cripto.
En su confesión, López aseguró que los medios y personas involucradas en estas campañas «recibieron o siguen recibiendo financiamiento de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional».
Saab mostró conversaciones entre Samark López y los opositores Julio Borges, Leopoldo López, Carlos Vecchio y Carlos Ocariz, a quienes acusó la semana pasada de conspirar para «implosionar la moneda nacional y generar el alza del dólar paralelo (a una tasa al margen de la establecida por el Banco Central de Venezuela».
El pasado 2 de mayo, Saab dijo que Leopoldo López y Borges recibieron beneficios por más de 1.000 millones de dólares a través de dos contratistas ligados a la trama Pdvsa-Cripto, por lo que ordenó una orden de captura contra los dos opositores.
EFE
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