La peste negra o muerte negra fue la pandemia de peste (una enfermedad infectocontagiosa que afecta tanto a animales como a humanos) más devastadora en la historia de la humanidad, que afectó a Eurasia en el siglo XIV. En aquella oportunidad, era habitual observar el uso de mascarillas de pico por parte de los médicos.
La explicación radica en la creencia de que la peste “se propagaba por el aire envenenado, que podía generar desequilibrio en los humores (o fluidos corporales) de una persona”.
Frente a esto, se reseña en un artículo publicado en el portal web del Pulzo, se pensaba que “los perfumes dulces y acres” podían proteger a quienes olfateaban el aire envenenado.
Fue esa falsa creencia la que hizo empezaran a usar máscaras con una nariz de “15 centímetros, en forma de pico de ave, llena de perfume y con solo dos agujeros”, señaló National Geographic, citando a un doctor de la época.
Redacción Maduradas con información del Pulzo
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