Una joven venezolana conocida como «Beatriz, la pelirroja», se dedica a ofrecer servicios sexuales a través de las redes sociales. Parte del dinero que recauda lo invierte en su cuerpo y otra parte lo enviaba a sus familiares en Venezuela.
Foto: El Universal de México
La mujer llegó a México hace cuatro años, cuando fue reclutada en un pueblo en la frontera colombo venezolana.
A los 18 años empezó a recibir perfumes, celulares, ropa y otros artículos de valor por parte de mujeres que hoy en día reconoce como madrotas, quienes le hicieron la propuesta de vender su cuerpo para «salir adelante», reseñó El Universal de México.
La venezolana tuvo que viajar a Colombia para prepararse y luego a México, donde empezaría a «hacer plata».
Al llegar a su destino, disfrutó de boletos de avión, hospedajes, comidas, entre otros.
“En ese momento te deslumbran. Te dicen a ‘ti te va a ir de maravilla en México’. Aquí no hay nada, nunca vas a salir de pobre. Cuando te contactan ya saben todo de ti, si tus papás no trabajan, cuántos hermanos tienes, que estamos todos jodidos. Pero nunca te das cuenta que es parte de la trampa”, contó Beatriz.
La red para la que trabajó distribuye a mujeres en Venezuela, Colombia, Argentina y Brasil y las reclutaban siguiendo el mismo modus operandi.
“Todas teníamos el mismo perfil. De camino todo es maravilloso, nos dan cosas que no habíamos comido, como jamón serrano, cortes de carnes, comes en el aeropuerto, pero luego todo te lo cobran. Cuando te bajas ya debes medio millón de pesos”, recordó.
Redacción Maduradas con información de El Universal de México
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