Tres hermanos crecieron con la creencia de que su madre los había abandonado, pero luego de casi 22 años cuando decidieron remodelar la casa donde vivían en Xochimilco, México, se encontraron con el esqueleto de su progenitora atrapado entre unas paredes, estaba maniatada y con un trapo en la boca.
Foto: Infobae.
La última vez que Luis Henrique Hernández y sus dos hermanas vieron con vida a su madre, Cristina Aguilar, fue el 4 de agosto de 1996.
Ante su ausencia, los hermanos pensaron que ella y su padrastro Ernesto López habían huído juntos, ellos incuso declararon ante el Ministerio Público que su padrastro les había dicho que iría a un conversatorio religioso para afinar detalles de la primera comunión de ellos.
Tras casi 22 años de aquella desaparición, cuando decidieron ampliar la vivienda, en una de las paredes del patio encontraron el esqueleto de la mujer, tenía restos de la ropa con la que fue vista por última vez, estaba atada de manos y con un trapo en la boca.
Investigan si la mujer fue «emparedada» aún con vida, pues en la pared habían rasguños, además intentan determinar la relación del padrastro con este hecho, aún se desconoce su paradero.
Redacción Maduradas con información de Caraota Digital.
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