Un disparo en la espalda y la pierna derecha acabó con la vida de un adolescente de 16 años en una zona boscosa del municipio Iribarren, estado Lara.
Lo último que se supo del joven es que iba a cazar iguanas en una quebrada, pero no regresó. Cerca de las 9 de la noche de ese día familiares emprendieron la búsqueda del muchacho con la mascota de la casa en zonas aledañas.
Tras 24 horas de investigación con allegados y funcionarios a cargo del caso, el animal comenzó a olfatear y al poco tiempo encontró el cuerpo de su amo tirado al suelo en una zona de difícil acceso.
La familia de la víctima desconoce la razón del homicidio: “¡Párate, por favor! ¡No me dejes sola!”, fueron los gritos de desesperación de la madre al encontrar a su hijo sin signos vitales.
Presumen que el asesino es del mismo caserío y aseguran que el joven no tenía problemas con nadie y estaba en el caserío de visita, pues vivía con su mamá al norte de Barquisimeto.
Redacción Maduradas con información de La Prensa de Lara
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