Un hombre de 21 años de edad residente de la ciudad de Wuhan, en China, aseguró que sintió que fue al infierno cuando experimentó los cuadros más rudos del nuevo coronavirus en medio de una situación de enorme tensión.
Reuters
«Sentí que había ido al infierno y había regresado. Ese periodo, del 21 al 26 de enero, fue el peor momento. Tosí tanto que el estómago y la espalda me quedaron doloridos. Fueron algunos de los peores días de mi vida», narró el hombre a The Guardian.
Esa es parte de la experiencia que Tiger Ye, el seudónimo de un hombre de 21 años de edad de Wuhan, China, quien le contó a The Guardian su experiencia como enfermo por el contagio del Covid-19, el nuevo coronavirus.
Pero el joven no tiene idea de cómo se contagió, no hizo nada fuera de lo rutinario: siempre comía en el mismo restaurante, por esos días en los que se enfermó no caminó demasiado porque hacía mucho frío y, en general, luego de ir a clases regresaba a casa de sus padres.
«Pocos días después comencé a llevar un tapa bocas, cuando vi que todo el mundo a mi alrededor lo hacía», dijo. Pero para ese momento era una cosa inútil porque cuatro días después comenzó a sentir los primeros síntomas: un dolor muscular que se le pasó a todo el cuerpo y fiebre.
Así que decidieron esperar un tiempo y a las 11:00 de la noche de ese mismo día sus padres lo llevaron al hospital porque la fiebre no bajaba.
“Apenas llegué vi que el hospital estaba sobrepasado de pacientes. Al ver a los médicos con sus trajes de protección por primera vez en la vida real, algo que antes sólo había visto en documentales sobre el síndrome respiratorio agudo grave, comprendí que estaba pasando algo malo”, contó.
Redacción Maduradas con información de Infobae
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