Carta de un estudiante a Bassil Dacosta, fallecido en las protestas del pasado 12 de febrero.
Para Bassil
Hola pana.
Antes de decir cualquier cosa, feliz cumpleaños. Quiero que sepas que se me hace imposible escuchar o leer tu nombre sin que se amarre un nudo en la garganta. Nunca te conocí, nunca pude hablar contigo. Sé quién eras por lo que han dicho tus amigos y tu mamá. Un fanático del Deportivo Táchira, un magallanero (como yo), un carpintero que le encantaba trabajar, un amante del fútbol y del surf y un chamo de su casa con un montón de sueños interrumpidos.
Es gracioso. De habernos conocido probablemente no nos hubiésemos caído bien; al fin y al cabo no tenemos demasiado en común. Pero hace tiempo vi un video en el que te reías tan sabroso que sospecho que entre panas y birras habríamos tripeado y chalequeado bastante. Allí noté que tenías un espíritu alegre, uno que estoy seguro es muy extrañado por tu gente.
«Este que está aquí sale a marchar mañana sin miedo de nada, con la esperanza de encontrar un mejor futuro». Eso fue lo que pusiste en tu muro de Facebook el once de febrero. Yo puso algo similar en todas mis redes sociales, y es que eso sí lo teníamos en común. Los dos salimos a marchar el 12F por las mismas razones; tú sentías igual que yo que este Gobierno te había quitado tu juventud y tu derecho a soñar. Por eso agarramos nuestras banderas y salimos, tú con tus primos y amigos y yo con mi hermana y mis compañeros de trabajo. Quién iba a saber, hermano, que una bala llena de odio apagaría tu vida.
Fue allí que nuestros caminos se cruzaron finalmente; cuando frente a mí pasaste, no con una bandera del Táchira FC ni con una tabla de surf, sino con un punto rojo en tu cabeza que jamás se borrará de mi mente.
Unos chamos te cargaron y te llevaron a una moto, un catatumbo de flashes fotografiaban tu rostro sin sonrisa y te lloré. Mi hermana y yo corrimos con miedo porque los disparos sonaban cada vez más cerca, en el Metro un montón de gente también te lloraba. Tu nombre le dio la vuelta al mundo, pero por la peor razón posible. Y, coño Bassil, fuiste el primero pero no el único. Me duele decirtelo, pero han muerto muchos más. Robert, que te cargó ese día; Génesis, una chama bellísima que seguro te hubiese gustado; Geraldine, ella jugaba fútbol y creo que te sacaría tremenda tarea; José, un chamito de apenas 17 al que seguro le habrías enseñado a surfear allá en Carupano; y muchos más.
Han pasado ya casi tres meses desde que te fuiste y hoy en tu cumpleaños me encantaría decirte que las cosas están bien, pero no lo están. La gente es muy indiferente, hermano. Me encantaría que todos te recordaran de verdad todos los días. Las protestas siguen pero no con tanta fuerza. Ahora hasta tenemos que pedir permiso para hacer una manifestación, qué tal. Hay mucha división en la MUD y en el Movimiento Estudiantil; hay panas que marcharon con nosotros el 12F que siguen presos. En fin, no te digo más porque es tu cumpleaños, pero las cosas no están bien.
Algo sí te aseguro. Tu nombre es para mí y para muchos la gasolina para seguir en la calle, para que la lucha no pare. Sé que no querías serlo bro, pero HOY eres un héroe. Un héroe de Venezuela, un héroe de la juventud. Un día habrán avenidas y estatuas con tu nombre, y brillarás en nuestros libros de historia, le contaré de ti a mis futuros hijos y a mis nietos. Eso te lo prometo.
Te pido disculpas; hay días en los que salgo a tomar con panas o en los que me quedo pegado en el trabajo haciendo lo que me gusta. Pero sé que tú me entiendes porque eres un chamo que hoy estuviese cumpliendo mi edad. No pienses nunca que me he rendido, no lo haré y los estudiantes tampoco.
También te prometo que viviré mi vida por ti tanto como la vivo por mí, que estarás en todos mis sueños cumplidos porque será la forma de honrar los tuyos.
Ya lo debes saber, pero tu rostro está por todos lados. Estoy seguro que piensas que debieron haber elegido otra foto, pero bueno… esa es la que había. Este año es el mundial, imagino que estabas emocionado por eso. Hablando de eso, cada vez que veo la palabra ‘Brasil’, leo ‘Bassil’. Eso le pasa a muchos.
Un saludo y, una vez más, feliz cumpleaños.
Eres eterno.
«A los que mueren luchando, se les honra luchando».