Un grupo de fiscales que trabajan en el Terminal Interurbano de Maturín, estado Monagas, reveló las malas condiciones en las que desempeñan su jornada laboral. De acuerdo con los afectados, la falta de infraestructura adecuada y el acoso laboral por parte de las autoridades han creado un ambiente insostenible.
Terminal de Maturín (@terminaldematurin)
Los trabajadores, que suman al menos 24, se ven obligados a permanecer hasta ocho horas de pie debido a la ausencia de bancos para descansar. Además, carecen de un área apropiada para tomar agua y los baños se encuentran en un estado de deterioro evidente. Asimismo, la falta de personal también los lleva a redoblar sus esfuerzos diarios.
Yaimari Aguilera, con 20 años de servicio en el principal puerto terrestre de Monagas, relató que varios de sus compañeros han enfermado de los pulmones debido a la exposición constante al humo de los autobuses. Por ello, la ausencia de mascarillas agrava la situación, y algunos han tenido que regresar al trabajo antes de tiempo tras períodos de reposo médico.
“Nos vemos forzados a descansar en las mismas infraestructuras del terminal, sin acceso a agua potable ni protección adecuada. Desde que esta administración asumió hace dos años, hemos sido víctimas de acoso laboral. Nos vigilan, nos persiguen y no se nos permite expresar nuestras opiniones ni reunirnos con el personal”, declaró Aguilera.
Aunque meses atrás se habilitó un área de atención médica primaria, tanto los fiscales como el personal obrero afirman que no han recibido ningún beneficio tangible de este consultorio. El director, José Maza, ha sido señalado por su trato inadecuado hacia los trabajadores desde el inicio de su gestión.
Por último, los afectados hacen un llamado a la alcaldesa Ana Fuentes y al gobernador Ernesto Luna para que intervengan e impulsen un cambio de directiva en el terminal interurbano, buscando mejorar las condiciones laborales y garantizar el respeto a los derechos de quienes allí prestan sus servicios.
Redacción Maduradas
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