El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos ha implementado un proceso de liberación y deportación de indocumentados detenidos que no representan un riesgo para la seguridad, tras el fracaso de un proyecto de ley destinado a otorgar fondos para la seguridad fronteriza.
La propuesta legislativa, que buscaba asignar 20.300.000.000 dólares para fortalecer la seguridad en la frontera, fue rechazada, lo que obligó al ICE a tomar medidas alternativas. El organismo, enfrentando una creciente afluencia de inmigración ilegal, ha tenido que ajustar su enfoque ante la falta de recursos.
El Programa Alternativo de Detención ha cobrado relevancia como una vía para controlar a los detenidos considerados de bajo riesgo. Estos individuos, que carecen de antecedentes criminales y se consideran «confiables», podrían ser liberados con condiciones específicas, como citas regulares con jueces de inmigración, uso de pulseras electrónicas o el pago de fianzas.
Según informes de Univision, los beneficiarios del ATD no obtendrán la libertad total ni la garantía de residencia, sino que enfrentarán un juicio donde podrán solicitar asilo. Aquellos que pierdan el juicio o no se presenten podrían enfrentar la deportación.
El ICE ha compartido actualizaciones sobre su plan de deportación en su sitio web oficial. Desde el 12 de mayo de 2023 hasta el 21 de febrero de 2024, el DHS ha removido o retornado a más de 565.000 personas, la mayoría intentando cruzar la frontera suroeste.
El año fiscal 2023 registró 142.580 remociones y 62.545 expulsiones, y estos números han aumentado significativamente en los primeros meses del 2024. El ICE ha facilitado vuelos de remoción hacia varios destinos, incluyendo Centroamérica, Colombia, Nepal, Ecuador, Brasil, República Dominicana, Cuba y México.
Redacción Maduradas con información de El Tiempo
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