El pasado miércoles 24 de julio, el Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil tomó la decisión de no enviar observadores a las elecciones presidenciales de Venezuela que se llevarán a cabo el próximo domingo, debido a las declaraciones del presidente Nicolás Maduro que cuestionaron la confiabilidad del sistema electoral brasileño.
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“Ante las declaraciones falsas contra las urnas de votación electrónica brasileñas, que, contrariamente a lo que afirman las autoridades venezolanas, son auditables y seguras, el Tribunal Superior Electoral no enviará técnicos…”, expresó el TSE en un comunicado oficial.
El martes, Maduro afirmó que el sistema de votación de Venezuela es el mejor del mundo, destacando que los sistemas de votación de Brasil, Estados Unidos y Colombia no eran auditables.
Maduro declaró ante una multitud que en Brasil «ni una sola cédula es verificada», antes de destacar el sistema electoral venezolano que, según él, «verifica en tiempo real el 54% de las urnas».
“¿En qué otra parte del mundo hacen eso? ¿En Estados Unidos? Es inauditable el sistema electoral. ¿En Brasil? No auditan ni un acta. ¿En Colombia? No auditan ni un acta”, declaró Maduro.
El tribunal electoral más alto de Brasil se vio obligado a retractarse de la invitación que había recibido previamente para participar en las elecciones en Venezuela, que había sido enviada por su homólogo en Venezuela.
El TSE consideró que es «inadmisible» que se insulte con engaños «la seriedad e integridad» de las elecciones y las urnas electrónicas en Brasil. Al principio, el TSE había aceptado la invitación de la justicia electoral de Venezuela para presenciar los comicios del domingo, después de haberla rechazado sin dar explicaciones un mes antes.
Según el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, en una rueda de prensa con corresponsales extranjeros, el único representante brasileño autorizado para supervisar las elecciones en Venezuela es Celso Amorim, exministro de Relaciones Exteriores y asesor especial del gobierno.
Un día después de que Lula expresara su preocupación por las declaraciones del mandatario venezolano sobre un «baño de sangre» si perdía las elecciones y le recomendara «aprender a perder», Maduro atacó al sistema electoral brasileño.
Redacción Maduradas con información de Sumarium