Rodolfo Hernández, el candidato presidencial que disputará la segunda vuelta, contra el candidato de izquierda Gustavo Petro, tiene una hija identificada como Juliana, la cual fue secuestrada en el año 2004 y posiblemente fue asesinada por el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Antebna 2 / Archivo Personal
Rodolfo y su esposa Socorro Oliveros, adoptaron a Juliana en un orfanato dirigido por religiosas católicas, en Bucaramanga, la pareja además tiene tres hijos más: Mauricio, Luis Carlos y Rodolfo
“Era una joven normal, de novios eternos. Tuvo uno de cinco años. Le conocí dos o tres”, contó Rodolfo, hijo de Hernández y hermano de Juliana.
Juliana creció como la niña de la casa, Rodolfo la acompañaba a fiestas y le mostró parte del mundo. Se amaban con locura y el papá no le negaba nada. Socorro era más estricta. Aun así, la relación entre madre e hija era maravillosa.
La joven se independizó pronto. Rodolfo Hernández le regaló un apartamento –como lo hizo con cada uno de sus hijos–, buscando que emprendieran su propio camino, allí vivió desde temprana edad, en un lugar privilegiado, a escasas cuadras de la casa paterna.
A Juliana, aficionada a la gimnasia y los aeróbicos, salió en el año 2004 de su apartamento junto con otras compañeras de la Universidad Santo Tomás de Bucaramanga, donde estudiaba Juliana, se hospedaron en una finca en Ocaña.
Según versiones de testigos, hombres sin identificar se la llevaron de la finca. Al parecer, eran delincuentes comunes que se enteraron de que era la hija de Rodolfo Hernández, el afamado ingeniero, empresario y constructor de Santander. Una de sus compañeras también fue plagiada, pero días después la dejaron libre. Ella, según contó, no tenía dinero para financiar su liberación y los captores la liberaron.
“No creo que ella esté viva, si lo estuviera ya me hubiera mandado una razón. A ella la ajusticiaron, seguramente, ante mi negativa de no sacar plata para pagar al grupo armado”, señalo Rodolfo.
Habló con intermediarios, envió mensajes a grupos armados, pero no encontró eco. Al contrario, le cobraron por teléfono una millonaria suma. Él –quien ya había vivido la historia del secuestro porque las Farc plagiaron a su padre– no aceptó pagar a cambio de que le devolvieran la hija.
Hernández pasó varios años pensando que las Farc habían secuestrado a su pequeña. En Caracol Radio, en abril de 2016, le hicieron el puente con Humberto de la Calle, exjefe negociador de paz con las Farc, quien en la época estaba en La Habana. Él prometió interceder con esa guerrilla, pero ellos, según dijeron, no la tenían en su poder.
La familia confirmó que el ELN había sido el responsable y la delincuencia la había vendido a esa guerrilla. Hernández, cuando se convirtió en alcalde de Bucaramanga, pidió una cita y habló con el expresidente Juan Manuel Santos.
“Le pedí ayuda y él prometió ayudarme, hizo lo que estuvo a su alcance”, relató el hoy candidato. En la época, Santos avanzaba en instalar una mesa de diálogo con los elenos.
El candidato presidencial empezó a hacer el duelo por su hija en 2021. Hasta ese año, él guardó una leve esperanza de que Juliana se apareciera por su oficina, o le enviará un mensaje que jamás llegó.
“Ella está muerta, es lo que creo”, dijo.
“No creo que ella esté viva, si lo estuviera ya me hubiera mandado una razón. A ella la ajusticiaron, seguramente, ante mi negativa de no sacar plata para pagar al grupo armado”, reconoció.
Redacción Maduradas con información de Semana
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