Un sujeto conocido como Jack Chapman, de 28 años y nacido en Australia, falleció en Estados Unidos el pasado 15 de octubre tras inyectarse grandes cantidades de silicona en los genitales.
En el certificado de defunción del Sr. Chapman se lee como causa de muerte “síndrome de inyección de silicona” .
Antes de morir, el australiano – cuyo seudónimo era Tank Hafertepen- había publicado fotos de sí mismo con una hinchazón anormal en sus partes íntimas.
El periódico local The Seattle Stranger reveló que Chapman estaba en una «relación homoerótica de maestro-esclavo».
El hombre vivía en una «familia poliamorosa» de cinco “cachorros” que eran sumisos al “Maestro” Dylan Hafertepen, un blogger muy conocido entre la comunidad gay de ese país
Los llamados «cachorros» tenían candados en collares de cadena y muchos tenían tatuajes que decían “Propiedad del Maestro Dylan”.
En la peculiar relación había acuerdos que cumplir: El sujeto firmó un contrato en 2012 según el cual se le prohibía usar desodorante, masturbarse, mirar televisión o reunirse con amigos sin el permiso de su “maestro”.
Adempas, debía llevar cadena alrededor de su cuello y arrastrarse a sus pies cada vez que se encontraran.
La madre de Chapman, Linda, culpa al Sr. Hafertepen por la muerte de su hijo y dijo que la familia no sabía que estaba enfermo antes de morir.
«Sé que mi hijo tenía libre albedrío, pero no estaba en su estado de ánimo correcto. Era devoción, era como una especie de clan, familia, como un culto. Y para demostrarle su devoción tenían que cambiar sus cuerpos. No era el Jack que envié allí. No tenía autoestima, se había perdido en este culto. Este era un niño perturbado”, declaró al Daily Star.
Redacción Maduradas
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