El pasado martes 21 de mayo, en la ciudad de Valledupar (Colombia), se dio a conocer la triste noticia del fallecimiento del cantante y compositor Omar Geles. Aparentemente, el artista sufrió un paro cardíaco, mientras jugaba tenis en el Club Campestre de esa ciudad.
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A medida que pasa el tiempo, se siguen conociendo más detalles sobre el deceso del artista de 57 años de edad. Recientemente, se pudo saber que uno de los últimos en dar detalles sobre el fallecimiento de Geles fue Guillermo Ortiz, acordeonero del grupo «Los Diablitos».
El músico se pronunció en una entrevista con el canal Intervallenato, donde aseguró que él fue unas de las personas que llevó a Geles a la clínica, tras el incidente. Detalló cómo fueron los instantes posteriores a que el artista se desplomara en medio de la cancha.
«La verdad es que fue sorprendente porque estaba todo normal. Estábamos disfrutando de un partido normal y él estaba activo, Osmar también estaba. De pronto, él pega un grito y cae al piso, cuando cae al piso, nosotros salimos inmediatamente a auxiliarlo. Salimos a auxiliarlo y procedimos a llevarlo hacia la camioneta«, relató.
Además, aseveró que, antes de desplomarse, el artista habría proferido un grito.
«Él estaba parado en la mitad de la cancha, pegó un grito y cayó desmayado. Hicimos todo lo posible para sacarlo al parqueadero del Club Campestre y llevarlo a la clínica. Osmar Pérez trató de revivirlo, le dio respiración boca a boca y puños en el pecho. Cuando llegamos a la clínica ya no había nada que hacer. Es algo que yo no le deseo a nadie«, expresó.
Luego de esto, habrían intentado reanimarlo, mientras lo trasladaban a un centro de salud.
«Alcanzó a vomitar, pero siempre hacía como si estuviera ahogado, como cuando uno está tratando de respirar. Lo montamos en la camioneta, Faber (Galván) y yo. Lo trajimos aquí a la clínica, yo le traía los pies cargados«, agregó.
En ese orden de ideas, Ortiz señaló que Geles alcanzó a hacer un ruido «extraño» antes de ser internado en el centro médico. Incluso, puntualizó que apenas lo escuchó, se dispuso a orar para que no le pasara nada grave.
«Fue un ruido como cuando uno puja muy duro. Yo le decía ‘master, master, ¿cómo está?«, añadió.
Redacción Maduradas con información de Semana
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