Nicolás Maduro, en un discurso desde La Vitoria, estado Aragua, la noche del 12 de febrero, aseguró que quien no tuviera permiso para marchar o protestar no podría hacerlo y de hecho sería detenido según orden que giró en esa oportunidad a la Guardia Nacional.
Este jueves, más de dos meses después, es el Tribunal Supremo de Justicia, a través de la Sala Constitucional, la que complace a Maduro y hace norma la prohibición de manifestar sin previa autorización, reseñó El Venezolano.
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Sin embargo, “el comandante supremo” Hugo Chávez tenía una posición muy distinta, pues aseguraba que Venezuela es un país libre y por tanto no hace falta permiso alguno para protestar por las inconformidades que se puedan tener. “Recordar es vivir”, dicen por ahí.