Lo llama «pelucón del diablo», «diablo» y «pelucón perverso», pero con él le pasa lo mismo que con Henry Ramos Allup. El presidente Nicolás Maduro mantiene una intensa relación de pretendida gentileza y odio también con el empresario Lorenzo Mendoza.
Maduro le propuso al presidente de Polar ayudarlo a producir en Venezuela, aunque no dejó de llamarlo “pelucón”. Definitivamente él quiere procurar entendimiento con una piedra en las manos.
Antes de dirigirse a Mendoza, dijo que había conversado con un empresario privado, cuya identidad no reveló, y que este le había dicho que estaba dispuesto a sembrar 20.000 hectáreas de maíz amarillo, pero para ello necesitaba algunas condiciones.
“Le di todo el apoyo: legal, financiero, de todo tipo. Así yo quisiera tener 100 empresarios privados. Yo no, el país”, precisó Maduro.
Después sí reveló el nombre del mencionado empresario: “Es más, es más. Al pelucón. Yo tengo bastantes diferencias con el pelucón (…) Él está en guerra. Nadie tiene duda aquí que él está en guerra y tiene un comando de guerra para hacer daño. Pelucón (…), don Lorenzo, como lo llaman en su oficina (…), si inclusive tú quieres trabajar y producir, estoy listo para que produzcas lo que necesites producir, que importabas antes. Está claro, ¿verdad?”.
El mandatario aseguró que había designado al vicepresidente de Economía, que, autorizado por Maduro, ya se ha reunido varias veces con Mendoza «para que sigan avanzando en las hectáreas, en la tierra, para producir lo que hay que producir».
En este sentido, reiteró lo que ya ha dicho en otras oportunidades: «El importado se acabó. Si quieres exportar, está bien, establezcamos un porcentaje de exportación pero primero el mercado nacional”.
Luego se refirió a una supuesta comunicación que le había enviado el empresario: “Tú me mandaste una carta que dice mil cosas, no las voy a revelar aquí (…). Estoy de acuerdo con parte de esa carta. Y así le digo a todos los sectores. Es la hora de producir por Venezuela. Los asuntos políticos que haya que dirimir, habrá su momento para dirimirlos”.