Un país de vagos es lo que quiere el Gobierno. La reciente medida de extensión de los días no laborables para los empleados públicos representan casi 40 jornadas laborales paralizadas.
A los 35 días sin trabajar en la administración pública por los decretos de la media jornada y de declarar libres los viernes además del lunes, martes y miércoles de Semana Santa se sumarán mínimo otros cuatro días con la orden del Gobierno de no laborar miércoles y jueves durante dos semanas, afirmó Servando Carbone, directivo de la Federación Nacional de Trabajadores del Sector Público.
“El récord de Venezuela en ausentismo laboral en la administración pública va en aumento”, dijo. Agregó que la medida perjudica a los usuarios de los servicios en las inspectorías del trabajo, registros, tribunales, Consejo Nacional Electoral y oficinas de identificación, entre otros.
“Dos días más sin trabajar es un paño caliente ante la realidad de que el Gobierno no hizo mantenimiento a las plantas termoeléctricas para superar la situación de Guri”, manifestó una empleada que solicitó no mencionar su nombre. Ella se desempeña en el departamento de Contabilidad y Nómina de un ministerio y la extensión de días no laborables le representa “una acumulación bárbara del trabajo”.
Los entrevistados denunciaron las amenazas para no firmar el revocatorio. “En la Escuela Nacional de Hacienda Pública no hay clases jueves y viernes. ¿Cómo queda el semestre?, además, nos amenazaron con la expulsión si firmamos”, indicó una estudiante que labora en el sector público, reseñó El Nacional.
Carbone advirtió que más de 2 millones de trabajadores son enviados a casa por la improvisación del Gobierno en materia eléctrica y también para amortiguar el descontento en los organismos donde ya no llegan los operativos de alimentos.
Aclaró que los días no laborables son incluidos en los sueldos y el bono alimentación, pero sin los recientes aumentos decretados por el Gobierno.