La orden ejecutiva de Donald Trump, que congela todos los activos del régimen venezolano en Estados Unidos, también incluye «sanciones secundarias».
La aclaratoria la hace el internacionalista Mariano De Alba en un artículo publicado en la revista digital Prodavinci, titulado «¿Cuál es el alcance de la última orden ejecutiva del gobierno de Estados Unidos?».
El término significa que cualquier empresa, incluso si no es estadounidense, se arriesga a sufrir las consecuencias de la orden ejecutiva si participa en alguna transacción que patrocine o proporcione asistencia financiera, material o tecnológica al régimen de Nicolás Maduro.
«Por ende, la orden ejecutiva aumenta significativamente el riesgo para cualquier persona o empresa que tenga relación con el régimen de Nicolás Maduro y al mismo tiempo quiera preservar su acceso al mercado estadounidense y el cumplimiento de su legislación», dice De Alba.
Esto incluye asimismo las empresas venezolanas: sufrirán las consecuencias si proporcinan asistencia financiera, material o tecnológica al régimen.
Redacción Maduradas con información Prodavinci
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